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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Presur: proyecto político, proyecto técnico

ENRIQUE SANCHEZ DE LEON PEREZEl proyecto de fabricar prerreducidos en Huelva por aplicación de gas natural a pellets conseguidos en Fregenal de la Sierra (Badajoz) mediante tratamiento de magnetitas de la zona minera fronteriza entre ambas provincias se está convirtiendo en un auténtico problema nacional. Para tratar de entenderlo hay que considerar, ineludiblemente, los aspectos político y técnico de la cuestión, porque intentar un enfoque desde uno solo de ellos exclusivamente ya no es posible.

Ni razones justicieras de redención comarcal ni siquiera de aplicación del constitucional principio de solidaridad (tan olvidado y molesto a veces) son bastante como para que se acepte que no existen razones económicas capaces de respaldar un proyecto que se entiende viable desde planteamientos técnicos. Pero, por el contrario, pretender demostrar la dificultad financiera y comercial del proyecto y que con ello desapareciese su condicionante político es desconocer el grado de compromiso existente y las expectativas surgidas desde pronunciamientos claros y precisos de Gobierno.Sin remontarnos a situaciones anteriores, el anuncio oficial de la fabricación de pellets deviene formal y públicamente del año 1976, y quien suscribe este artículo fue transmisor del Gobierno predemocrático del señor Suárez, siendo ministro de lndustria Pérez de Bricio, de tal compromiso, no electoralista, sino programático, de la UCD de las elecciones de junio de 1977.

Ha habido desde entonces cinco acuerdos de Consejo de Ministros. Al terminar el de 24 de abril de 1981 la aprobación del proyecto fue expuesta por el presidente Calvo Sotelo. El hoy presidente del INI, Carlos Bustelo, siendo ministro de Industria, y con motivo de su confusa actuación a causa de las protestas regionales por las dos centrales nucleares existentes en Extremadura, comprometió criterios y decisión al respecto. Dos ministros reiteraron en el propio Fregenal de la Sierra, en acto público, el día de su patrona, la decisión del Gobierno. El actual ministro de Industria ha repetido frecuentemente la firme decisión de llevar a cabo el proyecto.

No se trata de una pretensión utópica de las gentes de la zona que puedan "plantear irracionalmente" una demanda inviable. Ni es el tema una original demanda no asentada en la aceptación inicial de una tesis económica o de rentabilidad válida y posible. Es simple y llanamente que las más altas instancias del Gobierno han estado alentando, con pronunciamientos concretos y expresos, y continuamente, la esperanza de trabajo de una de las zonas más necesitadas de atención dentro de España.

Sin embargo, en estos momentos hay una campaña de opinión en contra de la pretensión de conseguir prerreducidos, pronunciamientos oficiosos adversos y hasta una actitud institucional, la del INI, verdaderamente increíble y recusable.

¿Qué puede ocurrir, pues, para que este proyecto esté siendo tan polémico? Porque a partir de lo manifestado anteriormente se presenta un dilema claro: o el Gobierno y el partido de UCD han estado engañando a toda una zona de España -dos provincias- para al final descubrir una intención inhibitoria, o sus portavoces han sido unos inconscientes descomprometidos de la auténtica realidad de un sueño irrentable, demostrada al fin por los sabios detentadores de la objetividad económica.

Nuestro deseo es claro. Por una parte hay que reconocer que la presión que la zona afectada pueda realizar no es, hasta ahora, alta, y ello aliente engañosamente pretensiones evidentes de olvidar el asunto. Por otra parte, no podemos aceptar ninguna simulación premeditada, por lo menos en la mayoría de los pronunciamientos, ni el hecho de que éstos no se hayan visto respaldados por estudios y previsiones suficientes. El hecho cierto es que siempre se ha pensado que el proyecto era válido económicamente, socialmente necesario y políticamente inesquivable.

Pero no hay que olvidar que el proyecto de pelletización es anterior y distinto al de prerreducción por aplicación del presumible gas del golfo de Cádiz, y que la existencia constatable del mismo lo que hace es convertir y mejorar una intención de producir material de oferta -el pellets- en otro de demanda mundial -el prerreducido.

Para nosotros, las rentabilidades de todo tipo de un proyecto de pelletización del mineral de hierro de la sierra de Andévalo están fuera de toda duda.

Una sospechosa polémica

Lo que ha ocurrido, entonces, es que dicho proyecto se subsumió, por razones que aún no han sido analizadas suficientemente, en el más amplio del proyecto integral por aplicación del gas natural como agente reductor, dadas la expectativas surgidas a raíz de los descubrimientos de Campsa en el golfo de Cádiz.

Y es a partir de ese momento cuando surge la enredosa y sospechosa polémica sobre el tema en cuestión. Para simplificarlo, digamos ahora que el núcleo de la misma se centra en definir si las evaluaciones hechas por la multinacional compañía Chevron Oil en los yacimientos de aquella bahía son suficientes para mantener la viabilidad del proyecto o han dado al traste con los sueños de reserva e inversión de quienes creyeron en el mismo.

En primer lugar hay que decir que las evaluaciones iniciales de los técnicos de Campsa han sido ajustadas. Cualquier experto en prospecciones gasíferas nos diría que el tino y el cálculo de aquéllas tiene la categoria de correctas si se tiene en cuenta el número de sondeos realizados. Chevron, para sus cálculos, se ha basado en los datos de Campsa, más los proporcionados por el último sondeo, ejecutado ya por Eniepsa, es decir, por la nueva conformación del Instituto Nacional de Hidrocarburos. Los cálculos de Campsa hablaban de entre 5.000 y 6.000 millones de metros cúbicos, los iniciales de la multinacional americana, de 5.650, y los que aporta en cifras globales el informe de la misma en marzo de 1982, los subdivide entre 3.208 como probables, es decir, seguros en nuestra terminología, y 1.219 como posibles, es decir, probables en la nuestra. Se deduce, pues, una aproximación evidente de cifras, con una cuantificación y catalogación finales, a nuestro entender, bastante conservadora.

En segundo lugar hay que señalar que el factor diferenciador del informe Chevron respecto a evaluaciones anteriores reside furitdamentalmente en el último sondeo realizado, del que se desprende la existencia de corriente de agua (water drive) en el pozo más voluminoso, el B-3, como consectiencia de la cual la recuperación del gas pasa de un 85% a un 50%, quedando, pues, disminuida la cifra global explotable.

Con lós datos anteriores, más desarrollados naturalmente, la pregunta clave es con qué volumen de reservas y con qué montante de inversión puede ser rentable la. explotación del gas del golfo de Cádiz. ¿Dónde está, en definitiva, el umbral de rentabilidad del mismo? Los estudios y las respuestas han sido varios. En todo caso, hay que reconocer que se está en una frontera indefinida, más alla de la cual el volumen de inversión no es justificable ante el riesgo técnico de la inseguridad de las reservas y de la dificultad técnica de la explotacion. Cualquier cálculo de rentabilidad lógica es inalcanzable con reservas inferiores a 2.200 millones de metros cúbicos seguras. Las cifras se sostienen a partir de 3.200 y se hacen claramente válidas a partir de 3.700, con un valor razonable de la termia a 2,67 peseta:.

Puede decirse, en consecuencia, que con los datos existentes está justificada la cautela actual en tomar decisiones definitivas. Soii necesarios, evidentemente, más sondeos para poder garantizar la consistencia del proyecto, pero, en todo caso, los datos disponibles demuestran la viabilidad del mismo, toda vez que los técnicos más escépticos saben que el fondo,de la bahía de Cádiz tiene una real potencialidad de gas metano muy por encima de las cautelosas cifras disponibles. Por otra parte, el que dichas cifras se hallen en la froritera de la rentabilidad económica no mella el ineludible compromiso político existente. ¿O habrá que recordar, por ejemplo, el inmenso volumen actual de subvenciones que reciben las empresas del INI o las inversiones políticas realizadas por el mismo, etcétera?

Todo lo anterior no obsta para reconocer que el proyecto de prerreducidos tenga que demorarse en espera de cifras que puedan examinarse desde una consideración más fría y precisa.

Es evidente que el proyecto pellets debe seguir adelante urgentemente. Aquí si que no hay sino la aplicación de números concre:tos y el conjugar los distintos intereses en juego. El compromiso es nítido, y los argumentos para llevarlo a efecto, contundentes.

es diputado al Congreso por Badajoz y presidente de Campsa.

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