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Consolidada la ocupación argentina de las Malvinas

El Reino Unido pide apoyo logístico a Washington para una operación militar

"A pesar de las gestiones de Reagan", "ignorada la llamada de Reagan", tales son algunos de los comentarios de la Prensa norteamericana a la hora de titular la ocupación militar argentina de las islas Malvinas, que duranite 149 años estuvieron bajo control británico. Simultáneamente al caso omiso del presidente Leopoldo Galtieri a Ronald Reagan, se destaca en EE UU la ambigüedad oricial en la crisis de las Malvinas y la delicada situación para el presidente Reagan, de conrirmarse el rumor de petición británica de apoyo norteamericano para una eventual acción militar destinada a recuperar a la hoy por hoy, ex colonia británica.

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Los británicos, se sienten humillados por la invasión argentina de las Malvinas

Es evidente que la crisis británicoargentina ha sorprendido a Washington, sin que la Administración del presidente Ronald Reagan sepa muy bien qué actitud debe tomar.Los servicios secretos estadounidenses, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), no parece que hubieran detectado con antelación la posibilidad de una acción militar argentina sobre las islas Malvinas.

Queda claro, también, que el general-presidente de Argentina, Leopoldo Galtieri, no hizo el más mínimo caso a la. apresurada gestión del presiderite Reagan que, horas antes de la invasión militar argentina, conversó telefónicamente durante cincuenta minutos con el primer responsable de la Junta Militar de Buenos Aires.

Pasadas las primeras veinticuatro horas de la llegada de los militares argentinos a las Malvinas, la actitud de Washington se caracteriza por su ambigüedad. La mejor prueba del intento de navegar entre dos aguas la dan los sibilinos comunicados emitidos por el Departamento de Estado.

Mientras el primero condenó la acción militar argentina y pidió la rápida retirada de las islas, horas más tarde un segundo comunicado precisó que "el Gobierno de Estados Unidos no toma postura sobre las competencias reclamadas por el Reino Unido o Argentina sobre las islas, aunque, evidentemente, conocemos el hecho de larga administración y control británico de las islas".

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En la terminología se desprende la posición de cada bando. Mientras, obviamente, los británicos continúan hablanco de las islas Falkland, y los soviéticos, chinos y gran parte del Tercer Mundo, utilizan la denominación argentina de islas Malvinas, Washington, por si acaso, se mantiene en una prudente y ambigua definición de "las islas". Las islas "sin nombre", para la Administración Reagan.

Pero, en un momento en que Londres prepara una flota de 41 barcos de guerra, incluidos un portaviones y dos submarinos a propulsión nuclear, la Adminisirración Reagan se encuentra prisionera de un conflicto entre dos países aliados. Se comenta en medios del Pentágono que el Gobierno británico ha solicitado apoyo de la Armada estadounidense para una eventual operación militar sobre las islas. ¿Lo negará Washington a un histórico aliado, miembro de la familia de la OTAN? Tal será el próximo test para el presidente Reagan en esa crisis británico-argentina.

Por otra parte, Washington no ignora la necesidad de mantener excelentes relaciones con un país clave en el Cono Sur latinoamericano, Argentina, que, además, se inclina como un neto pilar para las estrategias estadounidenses destinadas a combatir la subversión guerrillera en América Central.

Hay consejeros militares argentinos junto a los estadounidenses entrenando a los militares en Honduras. Washington valora, también, el apoyo de los consejeros militares argentinos en el apoyo de varias dictaduras latinoamericanas.

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