La tasa de paro y la política de empleo
El autor, secretario general técnico del Ministerio de Economía y Comercio, replica aquí a unas declaraciones de Joaquín Almunia, responsable económico del PSOE, que criticaba duramente las conclusiones favorables de este departamento ministerial sobre la política de empleo y la sustitución de la tasa de paro como indicador económico por la tasa de ocupación.
En un reciente boletín semanal de Información Comercial Española (ICE) se defendía la idea de que la tasa de paro no es un buen indicador para la política de empleo. EL PAIS recogía unos días después (25 de marzo) unas declaraciones de un responsable en el área económica y social del PSOE, Joaquín Almunia, según las cuales la tesis del ICE era una "aberración impresentable".Creo que ante esta clase de descalificación, que no discute los argumentos, lo único que debe hacerse es tratar de explicar, del modo más sencillo y amable posible, por qué la tesis que sostenía el editorial del ICE es perfectamente razonable y por qué acusar a ICE de insensibilidad ante el problema del paro sólo puede entenderse como un fácil recurso demagógico.
Tesis compartida en el ANE
¿Qué era realmente lo esencial de nuestra tesis? Pues, sencillamente, que, debido a los movimientos en la tasa de actividad (la proporción de personas que de la población total de un país se consideran activas, estén ocupadas o estén en paro), la tasa de paro no es un buen indicador de los resultados que obtiene o no obtiene la política de empleo y que, en consecuencia, puede ser preferible fijar los objetivos de la política de empleo en función de la población ocupada y no en función de la población parada. Es extraño que un responsable del PSOE califique esta sencilla idea de "aberración impresentable" porque ésta es precisamente la tesis compartida por todas las fuerzas firmantes del ANE, que, como todo el mundo sabe, fijó sus objetivos de empleo no en términos de disminución de la tasa de paro, sino de no caída en la población ocupada asalariada. Es decir, ICE no hacía más que exponer -con mejor o peor fortuna- la argumentación económica que estuvo en la base de la elección del objetivo de empleo del ANE y que mereció la aprobación, entre otros, de los representantes de la UGT.
Los puntos del argumento
Aunque el argumento es elemental y estoy seguro de que los responsables del PSOE no tienen necesidad de la explicación, quizá algunos lectores sí la necesiten si su información proviene sólo de los comentarios del señor Almunia.
El argumento se basa, fundamentalmente, en dos puntos. Por un lado, la tasa de paro puede variar, tanto debido a movimientos en la demanda de trabajo como debido a movimientos en la oferta de trabajo, por ejemplo, cambios en la tasa de actividad. El hecho de que la oferta de trabajo sea algo dificil de prever y de modelar hoy en España, aconseja, si queremos tener alguna precisión en nuestra política económica, el utilizar como objetivo una variable que en estos momentos no esté influida por la oferta de trabajo, es decir, el empleo.
Tasa de paro no aceleradora de la inflación (TPNAI)
El segundo punto del argumento se basa en los movimientos de la tasa de paro no aceleradora de la inflación (TPNAI). Esta es la tasa de paro que está asociada con una inflación igual a cero cuando las expectativas de inflación son también cero. Es decir, es la tasa de paro por debajo de la cual la economía tendría una tendencia a la aceleración de la inflación. La TPNAI depende de cosas tales como la segmentación de los mercados de trabajo, variaciones impositivas, cambios tecnológicos, variaciones en los beneficios por desempleo, etcétera. Tanto en Estados Unidos corno en casi todos los países de Europa se estima que la TPNAI ha aumentado de forma importante en los últimos años, debido, básicamente, a los cambios, tanto en el contexto económico general, como en el aumento de ciertas ayudas sociales necesarias, tales como los beneficios por desempleo. Creemos que en nuestro país la experiencia es similar y por eso precisamos que el objetivo cuantitativo y a corto plazo de disminución de la tasa de desempleo ha variado en los últimos años, por lo que parece prudente utilizar un indicador de política económica que no sea la tasa de paro, es decir, el empleo.
Nada de Friedman
ICE está de acuerdo en que una cosa es una tasa de paro creciente con tasa de actividad decreciente y otra con tasa de actividad creciente; como es obvio, en el primer caso, la tasa de paro creciente indica una evolución del empleo peor que en el segundo. Quizá es esto lo que ha provocado un punto de confusión: suponer que ICE pretendía restar gravedad a la situación del paro precisamente cuando la tasa de actividad está cayendo. Pero me parece que cualquiera que lea nuestro artículo comprobará que no se hace diferencia entre una y otra situación, por lo que nuestra crítica a la tasa de paro como indicador de los resultados de la política de empleo vale para ambas. En realidad, todo esto es absolutamente elemental, la tasa de paro puede utilizarse de modo inequívoco como indicador de la política de empleo sólo cuando la tasa de actividad es estable.
Por último, quiero precisar que ICE no utiliza para nada "la vieja tesis del ultra liberal Milton Friedman sobre el paro natural"; en ningún lugar del editorial de ICE se habla de paro natural; el concepto utilizado es el de "tasa de paro no aceleradora de inflación" (TPNAI), que no es de Friedman, sino una traducción literal del término NAIRU utilizado por el profesor James Tobin en un artículo publicado recientemente por la Revista Mensual de Información Comercial Española. Estoy seguro de que los responsables del PSOE y, en particular, el señor Almunia, saben perfectamente que el profesor Tobin, lejos de ser un ultraliberal, está considerado como la cabeza visible del keynesianismo norteamericano, y podría incluso molestarse bastante por la confusión. Ni en este editorial de ICE, ni en ningún otro, ni en ninguna declaración de ningún tipo, ha asumido ICE o el Ministerio de Economía y Comercio ninguna posición ultra-liberal. Todo eso no es más que verborrea política de muy escasa calidad.
Me parece que estamos todos de acuerdo en la gravedad tremenda del problema del paro, en que detrás de los datos de paro hay personas y sufrimientos humanos, y en que la política económica tiene aquí su objetivo primordial. Pero el rechazo del examen racional de los argumentos y el intento de obtener ganancias políticas de todo, no contribuye en modo alguno a resolver nuestros problemas.
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