Mejorará la situación sanitaria de la isla de Hierro

Ayer se firmó en el Ayuntamiento de Valverde, capital de la isla de Hierro, la más occidental de Canarias, un convenio entre el Isalud y el cabildo insular, que pone fin a una situación sanitaria calificada de muy grave, con un saldo trágico en los últimos años reflejado en la lista de personas que han fallecido sin poder recibir la asistencia médica necesaria.

El director general del Insalud, José María Fernández Cuevas, y el presidente del cabildo, Tomás Padrón, firmantes de este convenio que ha supuesto dos años de negociaciones entre ambos organismos, coincidieron en que éste es un hecho histórico para la isla, cuyos habitantes, cerca de 7.000, vivieron ayer un día de fiesta.Gracias a dicho convenio el único hospital de la isla contará a partir de ahora con el personal médico imprescindible para pasar de una asistencia de primeros auxilios a una medicina especializada: un cirujano traumatólogo, un anestesista, un tocoginecólogo, un internista, un pediatra y un analista, junto a los llamados médicos asistentes. Esta dotación médica, que pondrá en funcionamiento las nuevas dependencias del hospital, correrá a cargo del Insalud que, además, costeará en su mayor parte los gastos de mantenimiento del centro. El Cabildo aportará cada año 8,5 millones de pesetas, destinados a dicho capítulo.

El presidente del Cabildo Insular declaró que sus esfuerzos por este convenio han sido su mayor lucha política desde que ocupa dicho cargo al frente de la administración insular. El retraso en la firma del mismo por parte del Insalud había dado lugar a reiteradas medidas de presión por parte del Cabildo respecto a la Seguridad Social. El gobernador civil de la provincia y el consejero de Sanidad de la Junta de Canarias forzaron en tales ocasiones a la Administración ante la urgencia del tema.

En los últimos tres años se produjeron numerosas muertes, la mayor parte niños, de personas que no pudieron recibir una asistencia sanitaria adecuada por la pobreza de medios del hospital y que tampoco pudieron ser evacuadas de la isla por carecer, además, su aeropuerto del sistema de balizaje necesario para ser utilizado en horas nocturnas.

Las repetidas muertes produjeron en la isla un estado de gran tensión. Recientemente, una mujer de 23 años de edad había tenido que aguardar doce horas, después de un parto difícil, con un feto sin vida bloqueado en su útero, antes de ser trasladada a Tenerife.