La Indoamérica de don Mario Onaindía

El señor Onaindía (don Mario) publica en EL PAÍS un hermosos artículo ético y laico que titula precisamente así: "Una ética laica para Euskadi". Uno, que es dado a leer la letra menuda, buceador de fondos preciosísimos -como diría el grandísimo Salinas-, se sumerge en el artículo, lo nada en toda su extensión y profundidad, y cuando ya está a punto de perder aliento y anegarse en tan pura ética acuática, encuentra esta rara perla neológica, que no iba buscando: Indoamérica.Los americanos que hablan castellano llaman al ámbito geopolítico donde moran o habitan -que lo de vivir dicen que es para los indonorteamericanos- Latinoamérica. Algunos nostálgicos imperialistas aún se atreven a llamar a lo mismo Iberoamérica, y todavía hay furibundos y recalcitrantes superimperialistas que insisten en nombrar a aquello Hispanoamérica. Y fíjese usted, don Mario, qué atroz superchería: unos y otros, muchos entre todos, llaman a España madre patria.

Usted, en cambio, ha dado en denominar a aquel continente perdido tras el piélago oceánico como debe y se merece: Indoamérica. Ni el hombre latino, ni el portugués, ni, por supuesto, el español han tenido nunca nada que ver -¡ni hablar!- con aquellas tierras.

Uno, que además de lector y buceador sin fortuna es algo caviloso, se pregunta: este bello neologismo, que no se le ocurrió a San Martín, ni a Bolívar, ni siquiera al mismísimo Tupac Amaru, que era descendiente del Inca, ¿no será una edípica traslación del ferviente deseo de "matar al padre", aunque no siendo deseo del subconsciente freudiano, la muerte, ya desvelada y conscientemente, consista en ignorarlo? Ahí está el meollo de la cuestión, don Mario. Al padre, madre patria común, se le puede tratar de ignorar conscientemente, incluso de matar, en un salto brutal de la subconsciencia a la inconsciencia, pero no se le puede privar de ser./ . Instituto Español de Emigración. .