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El proceso por la rebelión militar del 23 de febrero

El 23-F se impartieron instrucciones a la Acorazada para ocupar todas las emisoras de radio de Madrid

La sesión se reanudó a las cuatro de la tarde con la continuación del interrogatorio del capitán Batista, quien declaró al fiscal que cuando hacia las siete de la tarde del día 23 de febrero salió de la Acorazada Brunete, desconocía que se hubiera dado instrucción alguna desde Valencia. Dijo que se ofreció como voluntario para ir a la emisora La Voz de Madrid porque conocía al jefe de programación, Álvarez Castillo, y pretendía que esa relación le sirviera para evitar situaciones violentas. Según afirmó, fue acompañado de 16 o 20 soldados, armados con fusiles CETME, y llevaba la misión de ocupar la emisora.

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Dijo Batista que cuando llegó a la emisora, Álvarez del Castillo, al que había anunciado que iba para allí, le comunicó que le habían llamado de la División con el fin de que se pusiera en contacto con el cuartel general de la unidad. Precisó que situó a sus hombres en el edificio, del que se retiró media hora después de llegar, una vez que conectó con la unidad y le ordenaron que regresara a El Pardo.Acudió nuevamente a La Voz de Madrid, según afirmó, porque llegaron noticias confusas sobre movimientos de tropas en otras regiones militares y deseaba obtener información. Para ello, declaró, obtuvo el permiso del coronel San Martín. Manifestó que no creía contravenir las órdenes cuando salió nuevamente de la unidad, una vez dada la orden de Alerta-2, que supone el acuartelamiento de las tropas. A este respecto precisó que antes de salir por segunda vez, había notificado al Estado Mayor de la DAC que se marchaba, y, por lo tanto, lo debía saber Pardo Zancada antes de dirigirse al Congreso.

Se enteró del asalto por la radio

El capitán Batista dijo que se enteró del asalto al Congreso de los Diputados, por la radio, a las 18.20 horas del mismo día 23, y a preguntas del mismo abogado señaló que durante la reunión de mandos celebrada en el cuartel general de la División Acorazada Brunete el 23 de febrero, en la que el comandante Pardo Zancada expuso su conversación del día anterior en Valencia con el general Milans del Bosch, estaba en su despacho, si bien de vez en cuando entró en el despacho del general Juste, en el que se celebraba la reunión.

Tras aquella reunión, el comandante Pardo Zancada le dijo que se iba a producir un hecho a raíz del cual tenía que reaccionar la División Acorazada y se le ordenó preparar los objetivos a cumplir. A pregunta del mismo abogado, el capitán Batista contestó que "por supuesto" creyó que todo estaba mandado por el jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

El defensor Zugasti preguntó al capitán Batista si Juste estuvo al mando de la División Acorazada en todo momento, durante los días 23 y 24 de febrero, a lo que el procesado contestó: "Naturalmente; si no, yo no hubiera hecho nada. Esa es una norma fundamental para un oficial del Estado Mayor".

-Zugasti: Cuando se ofreció a ir a La Voz de Madrid, ¿estaba ya fijada la misión de tomar esa emisora, al igual, que otras de la capital?

-Batista: Sí, estaba fijada la ocupación de todas las emisoras de Madrid, así como Radio Nacional y Televisión Española.

El capitán procesado repitió que en la noche del 23 de febrero las noticias eran muy confusas en la División Acorazada y que las unidades solicitaban información reiteradamente. Luego recibió autorización del coronel San Martín para poner en práctica la idea de volver a La Voz de Madrid a las 23.30 horas, con el objeto de enterarse exactamente de lo que pasaba en España, dijo.

El presidente del Tribunal intervino para decir al letrado Zugasti que no le gustaban las palabras que acababa de pronunciar, al preguntar a su defendido si una vez en la emisora había encerrado o acogotado a alguien. El abogado Zugasti pidió perdón y retiró sus palabras, aunque precisó que las había utilizado para emplear el lenguaje de algunos testigos.

El abogado Zugasti preguntó luego si el capitán Dusmet exigió que se radiara el manifiesto (Dusmet había ido con Pardo Zancada al Congreso y llevó a La Voz de Madrid el manifiesto redactado por los ocupantes). El capitán Batista dijo que no, y a continuación afirmó que si hubiera querido emitir el texto lo hubiera hecho.

Batista dijo a continuación, en respuesta a su defensor, que creía totalmente que durante el 23-F había actuado siempre de acuerdo a las ordenanzas militares y a los códigos castrenses y que "volvería a actuar de la misma forma si se produjeran los mismos hechos".

A otra pregunta, el capitán Batista contestó que había estado en Francia antes de ser procesado, "pero no fui a llevar ninguna maleta, sino a la peregrinación militar a Lourdes". En ese momento, el presidente del Tribunal indicó con firmeza que no iba a permitir que el procesado se expresara en ningún momento más con ironía.

Batista dijo que la noticia de su procesamiento se la dio, mientras estaba en Lourdes, el vicario general castrense y que inmediatamente regresó a España. Luego dijo que el general Juste le mandó, mediante un teniente coronel, recado de que no declarara nada de los sucedido en La Voz de Madrid, porque el citado general no lo había referido en sus declaraciones certificadas.

A las 17.15 horas inició el interrogatorio del capitán Batista el abogado Ramón Hermosilla, defensor del general Alfonso Armada, quien le preguntó que ni en su primera declaración, ni en su segunda, ni en la indagatoria, había hecho referencia a los generales Milans y Armada, a lo que contestó el procesado que "en esas declaraciones me preguntaron sólo sobre mi estancia en La Voz de Madrid".

Seguidamente, y a pregunta del abogado Gerardo Quintana, defensor del general Torres Rojas, el capitán Batista respondió que la actuación de Torres Rojas el día 23 de febrero fue de "subordinación al general Juste"; y añadió que en ningún momento dió la impresión de que Torres Rojas coaccionara al jefe de la División.

A preguntas del abogado José María Labernia, que defiende al coronel San Martín, el procesado dijo que el general Juste, en una reunión celebrada el 25 de febrero con todos los mandos de la Brunete, manifestó que se hacía responsable de todas las órdenes que se dieron en la División el 23 de febrero.

Luego, a pregunta del abogado Gómez García, dijo que en la cena del 23 de febrero, en la División Acorazada, el comandante Pardo Zancada anunció su propósito de ir al Congreso y que se enteró de que el citado comandante había salido cuando oyó por la radio que una columna de la Policía Militar había entrado en el Congreso. "Yo estaba entonces en La Voz de Madrid", añadió.

A las 17.45 horas, y después de que ningún abogado interrogara al procesado, el presidente del Tribunal levantó la sesión hasta las 10.00 horas de hoy.

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