Schmidt anuncia que la OTAN desplegará los euromisiles a finales de 1983
El canciller alemán, Helmut Schimdt, declaró ayer en Inglaterra que la Alianza Atlántica comenzará a desplegar los misiles Pershing y Cruise en Europa a finales de 1983, si Moscú no llega a un acuerdo sobre reducción de armamento nuclear de alcance medio en el viejo continente. En otro orden de cosas, según funcionarios alemanes, Schimdt no está dispuesto a mediar entre Londres y París sobre el problema de la contribución británica al presupuesto de la Comunidad Económica Europea (CEE).
Schimdt se encontraba ayer en Chequers, la residencia oficial en el campo de la primera ministra Margaret Thatcher, para la cumbre regular bilateral que les reúne dos veces al año. En una conferencia de Prensa conjunta, la señora Thatcher consideró que la decisión soviética de detener el despliegue de sus misiles SS-20 en Europa oriental "era una respuesta muy inadecuada a la propuesta de una opción cero del presidente Ronald Reagan".Solución a largo plazo
Margaret Thatcher quiere una solución a largo plazo al problema de las contribuciones británicas a la CEE. Aunque la primera ministra haya señalado que, si no se avanza en esta cuestión, se frenará el tema de la política agrícola, su fuerte punto de apoyo, es difícil saber si la "dama de hierro" está realmente dispuesta a provocar una crisis de profundidad en la CEE. Resulta curioso que el último presupuesto general británico prevé una contribución a la CEE de 500 millones de libras (aproximadamente 95.000 millones de pesetas) en 1982, cuando esta partida fue diez veces menor el año pasado.
La negativa alemana a establecerse como mediador entre Londres y París reforzará los temores británicos sobre un eje París-Bonn en el seno de la CEE. Nada queda, pues, resuelto en este campo y la crisis europea podrá cobrar una mayor dimensión en la cumbre de la comunidad a finales de este mes.
La República Federal y el Reino Unido son los dos únicos contribuyentes netos al presupuesto de la CEE. Bonn parece resignado a desempeñar este papel que se agravará con la ampliación de la Comunidad, considerando que la resolución de los problemas económicos del mundo occidental es más importante que las querellas internas de la CEE. Incluso para el canciller alemán, estas deben resolverse a nivel comunitario y no bilateral.
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