Mas Oliver y Pardo Zancada consideran también a Armada como uno de los jefes de la conspiración
Con la continuación de los interrogatorios al teniente coronel Tejero por parte de los restantes abogados defensores, se inició ayer por la mañana la vista del juicio por el intento de golpe de Estado del 23 de febrero. Se encontraba presente en la sala el redactor de EL PAIS Miguel Angel Aguilar, que fue expulsado en la tarde del miércoles del Servicio Geográfico por unas afirmaciones hechas en el bar de las instalaciones. En la sesión de la mañana declaró también el teniente coronel Mas Oliver, ayudante de Milans, y comenzó el interrogatorio del comandante Pardo Zancada. Ambos procesados ratificaron las declaraciones de otros encausados que señalan al general Armada como uno de los dos jefes de la conspiración y a Cortina como el hombre que empujó a Tejero a ocupar el Congreso.
En la continuación de su interrogatorio, Tejero comenzó por acusar al director general de la Guardia Civil, general Aramburu Topete, de haber pronunciado expresiones graves contra el cuerpo y los miembros del mismo que asaltaron el Congreso. Concretamente declaró que cuando Aramburu salía del edificio, tras fracasar en su intento de que Tejero depusiera su actitud, le dijo a uno de los guardias civiles: "Os van a matar a todos", a lo que éste le respondió: "Nos están matando ya uno a uno los terroristas". Tejero aseguró que Aramburu replicó entonces: "Pues mejor".A preguntas de los defensores de los capitanes procesados, Tejero dijo que, en su opinión, ningún oficial de la Guardia Civil se significó más que otros durante la ocupación del Congreso. Afirmó que Armada le ofreció primero un avión para abandonar España con su familia y, posteriormente, otro para los oficiales que le acompañaban. Precisó al respecto que esta propuesta le pareció indigna.
El abogado Jesús Gómez García, defensor del capitán Alvarez Arenas, que mandaba la compañía de policía militar que entró en el Congreso, preguntó por el papel desempeñado los días 23 y 24 de febrero por su patrocinado, a lo que Tejero respondió que en ningún momento tuvo noticias de que en la noche del 23 al 24 dicho capitán hiciera salir del Congreso a algún guardia civil. Expresó su convicción de que la presencia de una unidad de la División Acorazada en las Cortes colaboró al desenlace pacífico de los acontecimientos.
El presidente del tribunal consideró luego improcedentes dos preguntas hechas a Tejero por el abogado Guillermo Salva Paradela, defensor del teniente César Alvarez Fernández, quien preguntó al procesado si los motivos que le llevaron a tomar el Congreso los compartían otros generales de las Fuerzas Armadas y coincidían con los que movieron a Franco a levantarse en armas en julio de 1936.
Los abogados de los oficiales de la Guardia Civil que ocuparon el Congreso quisieron saber si Tejero consideraba que éstos tenían idéntica condición de oficiales subalternos que los de la División Acorazada que permanecieron en el Congreso durante la tarde del 23 y la mañana del 24 de febrero, a lo que procesado contestó afirmativamente. También reconoció que en la reunión celebrada en el parque de la Guardia Civil, horas antes del asalto al Congreso, con presencia del coronel Manchado y el capitán Abad, únicamente se les dijo a los tenientes que iba a hacerse un servicio mandado por las máximas autoridades.
El defensor del teniente Manuel Boza Carranco, Manuel Novalvos Pérez, le preguntó a Tejero si era cierto que tenía pensado que la fuerza que él sacó del parque de la Guardia Civil, al mando del capitán Abad, iba a formar un cordón en torno al Palacio de las Cortes. El teniente coronel procesado respondió que pensaba entrar en el Congreso con las fuerzas que mandaba el capitán Muñecas, que era de su confianza, pero que se adelantó a la hora fijada y tuvo que entrar en el Congreso con las fuerzas del capitán Abad. Aseguró al mismo abogado que su defendido no participó en el incidente con Gutiérrez Mellado.
Manuel Novalvos Pérez preguntó a Tejero si juraba por su honor que fue el capitán Gómez Iglesias quien le presentó al comandante Cortina, días antes del 23-F, y el procesado respondió que sí.
Eran las diez y cuarenta y cinco de la mañana cuando el presidente del tribunal llamó a declarar al teniente coronel Mas Oliver, ayudante de Milans el 23-F, para quien el fiscal pide una pena de diez años y separación del servicio, acusado de reunirse en 1980 con Tejero para hablar de la situación política, en nombre de Milans, y de haber encargado al teniente coronel procesado que estudiara la posibilidad de ocupar el Congreso.
Carrés le presentó a Tejero
Declaró Mas Oliver que en la Navidad de 1979 se encontraba en Madrid y le invitó a comer García Carrés, al que no conocía, quien se ofreció a presentarle a Tejero, lo que aceptó el teniente coronel. Tejero, según declaró Mas Oliver, llegó a los postres y la conversación giró en torno a temas de política general. Dijo que, a su regreso a Valencia, informó a Milans de su entrevista con Tejero, del que afirmó que le tenía por un exaltado pero que comprobó ese día que era un hombre de mucha personalidad.
El teniente coronel Más siguió diciendo, a preguntas del fiscal, que en la primera entrevista que tuvo con Tejero no se habló de una eventual ocupación del palacio de la Moncloa o del Congreso de los Diputados. Confirmó después el declarante que, a la comida celebrada en la Capitanía General de Valencia el 10 de enero de 1981, asistieron él mismo, el teniente general Milans, el general Armada, el coronel Ibáñez y las esposas de los cuatro. Mas Oliver añadió que, antes de la comida, Milans y Armada se vieron a solas en el despacho del primero y que, después del postre, volvieron a reunirse solos.
El relato del procesado se detiene luego en el contenido de la conversación entre ambos generales, relatado a Mas Oliver e Ibáñez por el propio Milans, y cuyos detalles fueron ya revelados durante el interrogatorio del ex capitán general de Valencia: que el Rey le había dicho a Armada que estaba harto de Suárez; que Don Juan Carlos prefería un gobierno de civiles y la Reina uno de militares; y que el Rey había expresado que, si algún grupo violento de militares actuaba, habría que reconducir la situación.
Preguntado por el fiscal a que grupos violentos se refería, Mis insistió en las versiones de otros procesados sobre la existencia de un grupo de coroneles y otro de tenientes coroneles y que estos últimos no admitían a los generales. "La idea del Rey, tal y como nos contó Milans, era cambiar a los miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor por otros más próximos a la Corona", añadió. Segun el declarante, Armada y Milans quedaron en verse una semana después en Madrid.
Mas tampoco quiere revelar otros nombres
-Fiscal: ¿Cómo se citó a las personas que asistieron a la reunión celebrada el 18 de enero en la calle del General Cabrera?
-Mas: Supongo que a unos los citó Armada y a otros el teniente general Milans. Yo cité a un enlace, cuyo nombre no recuerdo y ofrecí mi casa al capitán general de Valencia.
-Fiscal: ¿Quiénes asistieron a la reunión?
-Mas: Asistieron Milans del Bosch, el general Torres Rojas, el teniente coronel Tejero y dos personas más, cuyos nombres me reservo. García Carrés no participó en la reunión. Fue por casualidad. Hubo un momento de tensión porque se le dijo que la reunión era sólo para militares y él se fue con cierto enfado.
Declaró a continuación Mis Oliver que en la reunión se habló de la solución Armada y que Tejero quiso exponer su plan de ocupación del Congreso, lo que impidió Milans diciendo que no interesaba en ese momento. El teniente coronel procesado aseguró que Armada no estuvo -"Se disculpó y no pudo ir"- y que el general Torres Rojas llegó tarde, pero no mucho. Preguntado por el fiscal si Torres Rojas había dicho algo relativo a la División Acorazada y al coronel San Martín, Mas Oliver aseguró que no tenía constancia de que :se dijera nada de ello.
-Fiscal:¿Qué suponía la operación Armada?
-Mas: Suponía la dimisión de Suárez y el nombramiento de Armada como segundo jefe del Estado Mayor del Ejército.
El declarante añadió que sabía que el coronel Ibáñez Inglés tuvo tres entrevistas con el general Ar-
Mas Oliver y Pardo Zancada consideran también a Armada como uno de los jefes de la conspiración
mada los días 19 de enero, 3 de febrero y 16 del mismo mes, las dos primeras en Lérida y la última en Madrid, dado que el general había sido nombrado ya segundo JEME. Mas Oliver precisó que, a la vuelta de esas entrevistas, Ibáñez dijo que, según Armada, Calvo Sotelo sería presidente del Gobierno, Alberto Oliart vicepresidente y Gutiérrez Mellado dejaría su cargo en el gabinete. Armada dijo también a Ibáñez, según el interrogado, que el Rey había manifestado a Calvo Sotelo su intención de relevar a la Junta de Jefes de Estado Mayor.Mas Afirmó que tuvo la primera noticia del comandante Cortina el día 20 de febrero cuando un enlace le comunicó que había un comandante que estaba empujando a Tejero a la acción. Al día siguiente supo que ese comandante era Cortina.
Siguió diciendo el teniente coronel procesado, siempre a preguntas del fiscal, que supo que Armada tuvo tres conversaciones telefónicas con Milans en esas fechas. La primera el 21 por la mañana. "Milans le pidió que le diera un número de teléfono para ponerse en contacto con él. Armada contestó a Milans que fuera él quien le diera el teléfono y entonces Milans le dio el de la oficina de uno de los hijos del coronel Ibáñez en Valencia." La segunda conversación tuvo lugar la tarde del mismo día "en la que Milans, una vez terminada, nos explicó que había hablado con Armada de que Tejero y Cortina iban a verse esa noche".
La tercera conversación, siguió explicando Mas, fue el domingo 22 en la oficina del hijo de Ibáñez, en la que se encontraban además de Milans el propio Ibáñez, Pardo y él mismo. "A las cinco de la tarde llamó Armada y yo escuché cómo Milans repetía todo lo que supuestamente le decía el general Armada. Así, escuché cómo Milans fue diciendo: 'Se hace. Estará en la Zarzuela. No me llamará, tendré que llamarle yo. El general Sáez de Tejada estará en el despacho de Armada. Armada no ha hablado en las últimas horas con el Rey. Hay que llamar a Torres Rojas. Mejor llámale tú desde Madrid"'.
El bando de Valencia
Afirmó a continuación Mas Oliver que no intervino en la redacción del bando que declaraba el estado de excepción en la Tercera Región Militar, ni en la distribución de órdenes. Añadió que a las dos o tres de la madrugada del día 24 le llamó García Carrés para leerle un texto "del que yo tomé unas notas y nada más". Precisó que, con anterioridad, había hablado por teléfono el día 21 con Carrés, quien le dijo que había dejado a Tejero en el hotel Cuzco con el comandante Cortina.
- Mas concluyó sus respuestas al fiscal afirmando que la primera llamada del Rey a la Capitanía General de Valencia se produjo hacia la una y media de la madrugada del día 24.
Tras el acostumbrado descanso de media mañana, Mas Oliver, en contestación a una pregunta de su abogado, Pedro Martín Fernández, declaró que, una vez arrestado, Milans recibió el encargo de Armada de que no contara nada de lo que sabía con anterioridad al 23-F. El abogado de este general procesado, Ramón Hermosilla, quiso saber si oyó hablar de la solució Armada en la reunión ncelebrada el 18 de enero en la calle del general Cabrera. Mas Oliver dijo que en la reunión oyó lo que contó Milans, que coincidía con lo que les había relatado a él y a Ibañez Inglés, tras su conversación con Armada el 10 de enero en Valencia. "Precisamente, si Milans dijo en la reunión del 18 de enero que perseguiría hasta la muerte a quien contara algo de que lo que se dijera allí", añadió el declarante, "fue porque se mencionó el nombre del Rey y se relataron las confidencias hechas por su majestad a Armada".
-Hermosilla: ¿Cuándo le llamó Juan García Carrés para decirle que había dejado al teniente coronel Tejero con el comandante Cortina en el hotel Cuzco de Madrid?
-Mas: El día 21 de febrero de 1981, a las diez de la noche.
-Hermosilla: ¿No fue el día 20?
-Mas: No , fue a las 10 de la noche del día 21 .A una pregunta de Gerardo Quintana, abogado de Torres Rojas, Mas Oliver dijo que en la reunión del 18 de enero no oyó comentar a dicho general que viniera de hablar con San Martín, quien estaría- dispuesto a poner a su disposición la División Acorazada. Por contra, declaró que, efectivamente, en la noche del 23-F, el general Juste telefoneó a la Capitanía General de Valencia, pero que desconocía el motivo.
Angel López Montero, defensor de Tejero, preguntó al declarante cuál era, en su opinión, de las reuniones celebradas antes del 23-F, la más decisiva para el desarrollo posterior de los hechos. Mas Oliver dijo que la más importante fue la celebrada el 10 de enero de 1981, en Valencia, por Armada y Milans. En este sentido, precisó que en la reunión celebrada ocho días más tarde en la calle del General Cabrera, Milans se limitó a exponer lo que le había dicho Armada en Valencia. Negó que, en la misma reunión, Tejero estuviera representando a ningún grupo autónomo. "Tejero participó porque era un jefe del Ejército", añadió.
También declaró, en respuesta a una pregunta del abogado Miguel Caballero Montes, que en las reuniones celebradas con anterioridad al 23-F, no se habló en ningún momento de subvertir el orden constitucional ni de rebelión militar.
El abogado del teniente Vicente Carricondo Sánchez, Santiago Segura, preguntó al declarante si le "Milans me dijo", añadió Pardo, dijeron que el Rey respaldaba y autorizaba la operación. "Me dijeron", matizó Mas Oliver, "que, por lo menos, la conocía.
-Santiago Segura: Y-¿usted lo creyó?
-Mas: Sí, lo creí.
-Santiago Segura: Si lo creyó usted, ¿considera normal que lo creyeran también unos oficiales de la Guardia Civil?
-Mas: Por supuesto.
En ese momento se produjo la protesta del fiscal togado, que consideró que el abogado pedía al procesado juicios de valor. El tribunal aceptó la protesta.
Pardo viaja a Valencia
El presidente llamó entonces al lugar donde- son interrogados los procesados al comandante Pardo Zancada, destinado en aquellas fechas en el estado mayor de la División Acorazada, y para quien el fiscal solicita una pena de quince años de reclusión. A las primeras preguntas de¡ fiscal, Pardo respondió que conocía a Milans antes del 23 de febrero de 1981 y a Armada muy superficialmente. Añadió que conocía también superficialmente a Tejero, a quien fue a visitar cuando cumplía arresto por la llamada operación Galaxia.
-Fiscal: ¿Quién le citó para ir a Valencia a entrevistarse con Milans el 22 de febrero?
-Pardo: Me llamó el teniente coronel Mas ese mismo día, a las diez y cuarto de IIL mañana, aproximadamente, cuando me disponía a ir a misa. Mas Oliver me dijo que el capitán general de Valencia quería verme, por ]lo que debía viajar inmediatamente hacia allí, después de comunicárselo al coronel San Martín.
-Fiscal: ¿Le hizo algún comentario San Martín cuando le dijo que se marchaba a Valencia?
-Pardo: No. Sólo me dijo que si volvía a una hora prudencial le informara de mi conversación con Milans.
-Fiscal: ¿No sospechaba usted para qué podían llamarle a Valencia?
-Pardo: No. En absoluto.
Añadió el declarante que salió en coche hacia Valencia, a donde llegó sobre las tres de la tarde. Se digirió a capitanía y, tras cambiar unas palabras con Mas Oliver, entraron ambos en el despacho de Milans. Este le dijo, según Pardo, que Tejero con doscientos guardias iba a interrumpir la sesión de investidura en el Congreso y que él (Milans) iba a disponer una situación especial en Vilencia, para ponerlo todo a disposición del Rey. Milans me dijo " , añadió Pardo "que no se trataba de un golpe de Estado y, al pregruntarle yo cuál era la situación en otras capitanías, me contestó que ya se llamaría al resto de las capitanías generales. Milans del Bosch ratificó que la operación contaba con el visto bueno de su majestad el Rey y que era vista con simpatía por la Reina, quien no contemplaba otra salida para la situación política, según le había dicho Armada".
Preguntado por el fiscal si Milans le dijo algo de la Primera Región Militar (Madrid), Pardo respondió que el teniente general le explicó que no se sabía nada de ella pero que se sumaría a la operación si ésta tenía éxito. "Milans me preguntó por Juste y yo le dije que era un hombre extremadamente prudente y poco amigo de aventuras", añadió.
El fiscal quiso saber también si habían hablado de Torres Rojas, de quien Pardo afirmó que era un hombre muy recordado en la División Acorazada "fundamentalmente por las condiciones en que fue cesado". "Unas condiciones", agregó, "aparentemente injustificadas. Se dijo que había sido separado del mando por un compló detectado en la división, del que soy testigo que no existió".
Declaró el procesado que Milans le dijo que la misión de la División Acorazada era ocupar Televisión Española y Radio Nacional y que, tras la operación, Armada iba a ser nombrado presidente del Gobierno y que él (Milans) sería probablemente el nuevo presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor.
Preguntó después el fiscal sobre la conversación mantenida por Milans con Armada la tarde del 22 en un despacho, del hijo del coronel- Ibáñez, de la que Pardo fue testigo.
-Fiscal: ¿Sonó el teléfono o se marcó desde allí el número para mantener esa presunta conversación con el general Armada?
-Pardo: Estoy completamente seguro de que sonó el teléfono.
Añadió el declarante que no sabía quien cogió el aparato, pero que no fue Milans porque a éste le pasaron el teléfono. Aseguró también Pardo que Milans se dirigió varias veces a su interlocutor llamándole por el nombre de Alfonso.
-Fiscal: ¿De qué hablaron por teléfono?
-Pardo: Otros lo han explicado aquí mejor de lo que podría hacerlo yo, porque conversé algunos momentos con el coronel Ibáñez mientras el general Milans hablaba por teléfono. Yo deduje que la operación se hacía y que el interlocutor de Milans no había visto últimamente al Rey ni al general Sáez de Tejada. También deduje que ese interlocutor iba a ir el 23 por la mañana a la Brigada Paracaidista y luego estaría en la Zarzuela y que. habría que llamar a Luis (el general Torres Rojas). El coronel Ibáñez telefoneó inmediatamente después de que ocurriera la supuesta conversación entre Milans y Armada a un enlace encargado de llamar al general Torres Rojas, que era gobernador militar de La Coruña.
"Yo tenía grandes dudas"
Preguntado si tenía algo más que añadir, Pardo afirmó que le sorprendió mucho "la conjunción de Tejero y Armada en la misma operación", pero que Milans le aseguró que ambos se habían visto ya por mediación de Cortina. "A mí no me hizo gracia eso de Cortina, porque sabía que ese comandante era del CESID", añadió.
-Fiscal: ¿Qué impresión le dio todo lo que le habían contado?
-Pardo: Yo tenía grandes dudas sobre la operación, las mismás que tengo ahora sobre todo lo que ha pasado aquí. Me pareció que el tema estaba poco madurado.
Siempre preguntas del fiscal, el procesado relató que, cuando regresó a Madrid, informó al coronel San Martín de todo lo que le habían dicho en Valencia y que el «citado coronel le comunicó que no le parecía oportuna la operación por el momento, porque se tenía que marchar con el general Juste a Zaragoza a supervisar unas maniobras de una brigada de la división. Añadió Pardo que San Martín le encargó que confirmara si Torres Rojas se encontraría el 23 en Madrid y que le pidiera que estuviera en la división cuando Juste y él regresaran de Zaragoza.
Contó después Pardo cómo llamó a Torres Rojas al día siguiente, a quien dijo que su presencia era importante en Madrid, en opinión de Milans, y cómo fue a recogerle a Barajas. Preguntado por el fiscal si San Martín le había dicho que pensaba hablar con Armada en la Brigada Paracaidista, Pardo respondió que sí y que no lo entendió como una desconfianza hacia él, sino como un deseo del coronel de recabar más datos.
Añadió Pardo que, antes de salir a recoger a Torres Rojas al aeropuerto, encargó al capitán Tamarit que avisara a San Martín, ya de viaje con Juste, para que volvieran ambos a Madrid y le transmitiera la clave la bandeja está grabada.
Torres Rojas, siguió diciendo Pardo, llegó a. las dos de la tarde a Madrid y, por deseo expreso suyo, los dos se dirigieron directamente al cuartel general de la Acorazada. Precisó Pardo, a preguntas del fiscal, que Torres Rojas llegó de uniforme y que, después de comer, "entre Tamarit y yo avisamos a todos los oficiales y les dijimos que el general Torres Rojas estaba en el cuartel general y tendría mucho gusto en tomar café con ellos".
-Fiscal: Pero ¿por qué se les convocó en realidad?
-Pardo.- Bueno... yo recibí la orden de convocarlos, aunque quizá por una sugerencia mía anterior, del coronel San Martín, quien en sus declaraciones ha dicho que la idea era que Juste, una vez en la división, pudiera estar asesorado por todos los cuadros de mando antes de tomar una decisión sobre los acontecimientos de esa tarde.
A las dos menos cuarto, el presidente levantó la sesión hasta las cuatro.
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