España persigue un acuerdo de pesca con Marruecos que garantice el mismo número de licencias y capturas
España y Marruecos inician hoy en Rabat las ya clásicas negociaciones anuales para la prórroga o renovación del acuerdo bilateral de pesca entre los dos países. El objetivo español, según anunció ayer en Madrid el ministro español de Agricultura, Alimentación y Pesca, José Luis Alvarez, es mantener el mismo número de licencias y capturas, con el fin de mantener el empleo que esta industria crea en algunas zonas geográficas españolas. Por vez primera en muchos años, el clima que rodea el inicio estas conversaciones es de intensa cordialidad.
Para presidir estas conversaciones viaja a Rabat el ministro José Luis Alvarez, a quien acompañada Miguel Aldasoro, subsecretario de Pesca, y una amplia delegación del citado ministerio. El acuerdo con Marruecos redondea una serie de tratados de pesca con los principales países con fuentes pesqueras, como los de la CEE, EE UU, Canadá, Mozambique Sudafrica y Senegal.El acuerdo presente con Marruecos expira el primero de abril. La ejecución del acuerdo de pesca que expira, que ha tenido un año de duración, después de un largo período de enfrentamientos y acuerdos transitorios de tres o varios meses de plazo, ha sido calificada de satisfactoria el fin de semana pasado por los ministros Pérez Llorca y Bucetta, en el curso de la entrevista mantenida en Rabat, informa desde Rabat, Domingo del Pino.
Las negociaciones de hoy estuvieron precedidas por unas jornadas hispano-marroquíes sobre pesca celebradas el 11 de enero pasado en Casablanca, que reunieron por primera vez a armadores de barcos de pesca españoles y marroquíes. En ellas se hizo patente el interés y la preferencia marroquí por la creación de empresas mixtas de pesca, un asunto que puede verse favorecido por el nuevo código de inversiones industriales, muy liberal, sometido ya por el Gobierno marroquí al Parlamento.
En enero también se reunieron en Casablanca armadores de barcos dedicados al transporte de mercancías de los dos países. En esta reunión, la parte marroquí solicitó el reparto a partes iguales de los beneficios obtenidos en el transporte de mercancías a través del Estrecho de Gibraltar, con la excepción de los relaciones con el transporte Tramp.
Un acuerdo similar, esta vez relacionado con el transporte de pasajeros por el Estrecho, tuvo lugar en los primeros días de febrero en Tánger. En él, los armadores marroquíes de este sector formularon una demanda similar a la de los armadores para transporte de mercancías.
Los armadores de barcos mercantes y de pasajeros españoles rechazaron esta demanda marroquí y dijeron que ellos no tenían por qué financiar la pesca. Unas demandas de este calibre, explicaron, sólo serían aceptables si el Gobierno español las subvenciona.
La postura española a este respecto, confirmada a EL PAIS por el ministro Pérez Llorca el viernes pasado, es la de aceptar, como es habitual en casos parecidos, el reparto cuantitativo de las cargas y pasajeros entre los dos países, lo cual implica el reparto no solamente de los beneficios, sino el imprescindible de las prestaciones y servicios.
La cooperación hispanomarroquí durante el año transcurrido trasciende ampliamente el terreno del transporte marítimo. En materia de formación profesional, el Gobierno español concedió treinta becas a marroquíes para realizar estudios pesqueros en España y admitió un total de cuarenta marroquíes en los barcos españoles en calidad de estudiantes. Como parte de la asistencia a la formación se suministraron cinco instructores para la escuela de pesca de Alhucemas.
Por otro lado, y en virtud de los convenios para emplear a pescadores marroquíes en los barcos españoles, ochocientos pescadores de esta nacionalidad trabajan en los pesqueros españoles permanentemente.
En materia de cooperación económica relacionada con la pesca, España entregó ya una fábrica de hielo con capacidad para producir veinticinco toneladas de hielo diarias, localizada en Essauria. La parte española ha terminado el estudio para la construcción de un dique seco y está avanzando el estudio para la instalación de una cadena de frío.
Por el acuerdo de abril de 1981 se concedió también a Marruecos una ayuda crediticia global de cuarenta millones de dólares, dividida en un crédito de veinte millones de dólares al 5,5% anual para la compra de bienes de equipo, a reembolsar en veinte años, y otro crédito a la exportación de cuarenta millones de dólares para la adquisición de bienes de equipo.
Como temas de cooperación, España realiza o ha realizado para Marruecos liarlos estudios relacionados con la agricultura, en particular para la lucha contra plagas y prevención de la erosión del suelo. Se entregaron asímismo 65 ciervos para la repoblación de los cotos de caza marroquíes, y un experto español efectuó un estudio sobre el terreno para el desarrollo y conservación de la caza en Marruecos.
Otros asuntos que sin duda reaparecerán en las negociaciones que se inician hoy son el deseo de los marroquíes de que sean aumentadas las pensiones que el Gobierno español paga a los militares marroquíes retirados que estuvieron en el Ejército español y diversas mejoras relacionadas con el estatuto de los trabajadores marroquíes en España.
La reciente adjudicación a un consorcio hispano-japonés del proyecto de una planta de ácido sulfúrico aneja al complejo químico marroquí de Jorf Lasfar, valorada en doscientos millones de dólares y en la cual España participa en un tercio, es decir, por unos setenta millones de dólares, fundamentalmente en suministro de bienes de equipo, mejora considerablemente la estructura de las exportaciones españolas a Marruecos, que se elevaban en 1980 a unos 280 millones de dólares.
A mediados de este año tendrá lugar en Casablanca una feria de la industria española, la primera muestra con estas características que se celebra en Marruecos y que fue considerada por el ministro Pérez Llorca como una iniciativa muy positiva.
En las relaciones entre España y Marruecos, problemáticas durante todo el mandato del anterior Gobierno, se ha establecido un nuevo clima, favorecido en gran medida por los deseos de Marruecos de diversificar más sus intercambios comerciales y de cooperación con el extranjero.
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