EE UU no cree en una victoria militar de la Junta salvadoreña
México En distintos niveles, políticos y militares, se duda en Washington de que la Junta Militar salvadoreña, que preside José Napoleón Duarte, pueda vencer a la guerrilla sin el apoyo económico y militar de Estados Unidos. Lejos de apaciguarse, la preocupación en Washington por la situación en El Salvador sigue creciendo. Las declaraciones se suceden en todos los ámbitos, recordando que no hay intención de intervenir, pero sin excluir tal posibilidad.
La victoria militar contra la guerrilla parece improbable. El secretario de Defensa, Caspar Weinberger, acaba de afirmar que existe un "considerable peligro" de que el Gobierno de El Salvador pueda hundirse sin el apoyo necesario, económico y militar, de Estados Unidos. En térniinos análogos se ha expresado el secretario de Estado, Ale xander Haig, en el curso de una entrevista televisada, según informa Ramón Vilaró. Haig con Firmó que Estados Unidos man tiene un "amplio programa de opciones", sin excluir la militar, en relacion con El Salvador.El secretario de Estado, que disiente ampliamente de Weinberger a la hora de determinar la política exterior norteamericana aludió a los defensores de una "solución negociada" para El Salvador, recordando su reciente entrevista con el líder socialista español, Felipe González. En México se ha sabido ahora, escribe Jesús Ceberio, que el líder del PSOE, Felipe González, sostuvo "negociaciones secretas de alto contenido político" con Haig durante la conversación que am bos mantuvieron en Washingto el pasado mes de diciembre y en la que se trató de la situación salvadoreña. Esta revelación ha sido hecha por el dirigente socialdemócrata dominicano José Peña Gómez, vicepresidente el la Internacional Socialista par América Latina.
En sus declaraciones televisadas, Haig negó, sin embargo, que hubiera existido una transmisión de mensajes entre Washington y La Habana, a través de Felipe González.
El presidente Ronald Reagan -que sostendrá hoy una conferencia de Prensa en la que saldrá inevitablemente el tema de El Salvador- prepara su discurso de la semana próxima ante la OEA (Organización de Estados Americanos). Aunque la alocución estará centrada en la "¡niciativa para la zona del Caribe", (ayuda económica a los paises de este área), no se excluyen serias amenazas a Cuba y Nicaragua.
En términos inhabituales en el mundo diplomático, donde la presentación de cartas credenciales siempre es foro para conversaciones amistosas, Reagan no perdió la ocasión para volver a recordar el mal camino que sigue Nicaragua.
"Los sacrificios de la revolución sandinista no pueden conducir a una nueva dictadura", dijo Reagan al nuevo embajador de Nicaragua en Washington. Repitió el presidente la preocupación e inquietud de su Gobierno por el refuerzo militar de este país,junto con la "implicacion de Nicaragua en los asuntos de su vecino, El Salvador".
También habló de la preocupación de EE UU por el acoso del régimen de Managua a las libertades democráticas, el sector privado, los partidos políticos, los sindicatos y los indios. Puntos de vista que contrastan con los expuestos horas antes por el ex ministro de Justicia, Ramsey Clark, quién valoró positivaniente el régimen nicaragüense.
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