Una relación de circunstancias

Dar cuenta, tan siquiera nominal, de lo que han expuesto en Arco'82 las galerías españolas es prácticamente imposible. Por ello, espero que se entiendan las ausencias, no a modo de agravios, sino como esa imposibilidad de hacer un balance completo, lo que indica ya que hay demasiadas cosas interesantes. Así que, de manera puramente indicativa, voy a destacar, eso sí, los stands más especializados, que ofrecen una posibilidad mayor de contraste, como han hecho Fúcares, con un precioso montaje de Vargas; Redor, creo que la única en exhibir fotografÍas; Yerba, con los magníficos grabados de Saura, Tápies, Chilida, etcétera, sobre los poemas Funeral mal, de José Miguel Ullán, o Egam, con las piezas de G. Lledó.La repetición de maestros es otra línea constante, desde los históricos, como Picasso, Miró, Dalí, Fenosa, Ferrant, etcétera, hasta los todavía activos, entre los que nos encontramos con casi todos los nombres consagrados del arte español de los últimos treinta años: Saura, Guerrero, Gordillo, Guinovart, Genovés, Tápies, Canogar, Berrocal, Equipo Crónica, Ráfols, H. Pijuán, Clavé, Barjola, Mompó, Subirachs, Alfaro, Cuixart, Pong, Tharrats, Pelayo, Arranz Barvo y Bartolozzi, Lucio Muñoz, Palazuelo, José Abad, A. Gabino, Rodríguez Acosta, Quero, J. L. Sánchez, Pablo Serrano, A. Lorenzo, A. López García, A. Avia, J. y F. López Hernández, A. Quirós, Fraile, J. Hernández, Padorno, Brinkmann... Como verán, una lista interminable, de la que no quiero, en todo caso, olvidar la presencia hermosa y emocionante del fallecido Navascués (Trece).

El arte más joven también ha estado representado, aunque en este capítulo, entre descubrimientos y confirmaciones, la relación se complica todavía más. Voy a limitar la cita a lo que recuerdo como más sobresaliente: G. Pérez Villalta, J. Navarro Baldeweg, Gerardo Delgado, J. R. Sierra, Zush, Carmen Calvo, Miquel Navarro, Uslé, Broto, Carlos Alcolea, J. A. Aguirre, F. García Sevilla, Cuasante, A. Lamazares, M. Peña, C. Durán, Abot, B. Serrano, Niebla, D. Millán, G. Sánchez Hevia y el obligado etcétera.