Feliz final de un secuestro aéreo hacia Cuba

La mayoría de los 71 pasajeros del avión Boeing 737 de la compañía Air Florida, obligado a desviarse en la noche del martes hasta La Habana, parecían, a su regreso a Florida, contentos de la aventura que les había permitido pasar algunas horas en la capital cubana.Las autoridades cubanas no han revelado la identidad del pirata aéreo ni sus motivaciones, pero fuentes diplomáticas occidentales aseguraron que se trataba de un "cubano arrepentido" deseoso de volver a su país.

El FBI interrogó a los pasajeros del avión, quienes afirmaron unánimemente que, tras el sobresalto inicial -cuando un hombre bien vestido, de raza latina y de unos veinte años de edad, amenazó con prender fuego a una botella de gasolina si no le llevaban a Cuba-, el viaje transcurrió en una completa calma, gracias, en gran parte, a la serenidad de la tripulación.

A su llegada a Key West, destino del vuelo procedente de Miami, los pasajeros mostraban satisfechos cajas de puros habanos y otros pequenos objetos adquiridos durante su estancia en el aeropuerto cubano de José Martí, donde las autoridades locales les 'invitaron a refrescos.

"Tenemos que volver a Cuba", declaraba a los periodistas un pasajero, mientras otro gritaba: "¡Aquello fue una fiesta!". Un hombre de negocios, secuestrado el martes por segunda vez hacla Cuba, afirmó: "Uno empieza a estar acostumbrado: te secuestran, haces algunos compras en La Habana y cuarenta ininutos más tarde regresas a Key West".

Las autoridades norteamericanas han solicitado la extradición del secuestrador, duodécimo ciudadano cubano que desde abril de 1980 se apodera de un avión para regresar a su país. Hace casi dos años 125.000 cubanos salieron de su país hacia EE UU, y algunos, decepcionados por "la tierra prometida", no han encontrado otro medio para volver a Cuba que secuestrar un avión.