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La reunión Gromiko-Haig

( ... ) Después de que Alexander Haig, por deseo de los europeos, fuera a Ginebra, dif'icilmente podía darse el lujo de un escándalo. Sabía desde el principio que los mismos europeos le censurarían. Para Washington, existía el peligro de separarse de sus aliados y de debilitar aún más las posiciones de la alianza occidental. GromiKo puede abandonar Ginebra sonriente, aunque vuelva a Moscú sin haber llegado a ningún acuerdo con Washington. Pero ha obtenido la prueba de la falta de colaboración del mundo occidental, y evitó una ruptura dejando abiertas perspectivas para el futuro.(...) , 28 de enero

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