Fuga radiactiva en una central nuclear del Estado de Nueva York
Vapores radiactivos procedentes de una fuga registrada ayer en una central norteamericana subieron a la atmósfera durante más de hora y media, desde un reactor atómico averiado. Las autoridades decretaron el "estado de alarma localizada" en la central de Ginna, situada a treinta kilómetros de Rochester y a unos cuatrocientos al noroeste de Nueva York, donde en la mañana de ayer se produjo la rotura de unas conducciones de vapor pertenecientes al sistema de refrigeración del reactor.
La mayor parte del personal de la planta fue evacuada, si bien los equipos técnicos que reparan la avería, todavía no arreglada, permanecen en sus puestos. El vapor continuaba ayer expandiéndose en el interior de la planta nuclear, con un flujo de 280 litros por minuto. Para evitar el sobrecalentamiento del reactor, los operarios lo sometieron a un enfriamiento intensivo, que prosigue.
A unos quince kilómetros de la central Ginna viven alrededor de 45.000 personas, y la ciudad de Rochester, en el Estado de Nueva York, cuenta con unos 330.000 habitantes. La zona donde se produjo el escape se encuentra en el corazón de una populosa área industrial habitada por un millón de personas, aproximadamente.
Hug Carey, gobernador del Estado de Nueva York, dijo ayer que el volumen de vapor radiactivo que escapó a la atmósfera es reducido y que no suponía peligro para la vida humana. "La situación en la planta es estable", agregó.
Las autoridades del mismo Estado señalaron más tarde que la fuga había durado, en total, tres minutos, y no una hora y media, como en principio se había indicado.
La planta siniestrada posee un reactor atómico Westinghouse de 470 megavatios de potencia, y fue construida en 1969.
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