Varios vecinos de un pueblo granadino, heridos en un enfrentamiento con falangistas
Tres vecinos de la localidad de Alicún de Ortega, situada en la zona norte de la provincia de Granada, resultaron heridos en la cabeza, de carácter leve, y otros tres, con contusiones por todo el cuerpo, a consecuencia de los violentos incidentes provocados a última hora de la tarde del pasado sábado por un grupo de militantes de Falange Española y de las JONS, que al parecer pretendían inaugurar en el pueblo una jefatura comarcal falangista y desalojar un bar para dar un mitin, a lo que se opusieron algunos vecinos.
Entre los heridos, que fueron atendidos por el médico titular de la vecina localidad de Dehesas de Guadix, figuran el teniente de alcalde comunista, Antonio Espigares, y los hermanos Pedro y José Prieto González, este último también militante del Partido Comunista de Andalucía. El ayuntamiento de Alicún está compuesto por cuatro concejales de UCD, tres del PSOE y dos del PCA, y está regido por el alcalde socialista Juan Antonio Hidalgo.Los incidentes se produjeron a raíz de la llegada al pueblo, alrededor de las 18.00 horas, de un grupo de unas cuarenta personas, ataviadas con camisas azules y el escudo de Falange, en un autobús y varios vehículos particulares. Al frente del grupo se encontraba el jefe provincial de FE de las JONS, José María Caballero.
Tras instalar en la plaza principal un tenderete de venta de pegatinas, banderines y otros objetos propagandísticos, los falangistas ocuparon el interior de un bar, en cuyo salón se suelen organizar todos los actos políticos de la localidad y que, al parecer, había sido previamente apalabrado por Falange para la celebración de un mitin.
Una vez en el interior del establecimiento, de acuerdo con la versión que algunos de los heridos dieron a EL PAÍS, los falangistas pretendieron desalojar completamente el local, a lo que se negaron los usuarios del mismos, algunos, de ellos con pegatinas anti-OTAN en las solapas.
Según las mismas versiones, los visitantes agredieron entonces con objetos contundentes a los parroquianos y otras personas que acudieron al bar para intentar poner orden. Uno de los vecinos, Julio Marín, recibió un fuerte golpe en la cabeza con una pistola.
Por su parte, el responsable provincial de FE de las JONS, José María Caballero, ha declarado que ellos no iban uniformados ni llevaban pistolas. "Cuando estabamos en el bar", manifestó ayer Caballero, llegaron quince o veinte personas con pegatinas en contra de la OTAN y nos provocaron.
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