Manuel Toharia puntualiza

Por motivos profesionales ya no pertenezco a la plantilla del periódico, y desde el pasado mes de diciembre mis trabajos son colaboraciones que empiezan y terminan allí donde empieza y termina su texto. Parece obvio, pues, que yo no tengo nada que ver con el pie de foto aparecido el domingo 10 de enero, en el que se deslizaban dos errores bastante graves, uno de ellos de pura cultura general (seguramente debido a los famosos duendes de la imprenta, a pesar de que, según nuestro Libro de estilo, tales personajes no existen), como es confundir astronomía con astrología, y el otro, ya más científico, como es la ignorancia acerca de los eclipses totales de Luna, que sólo se producen cuando hay Luna llena.En cuanto a la astrología, la opinión de la ciencia, sin excepciones, es que se trata de un engañabobos más; como mucho, un juego instrascendente. Y ello a pesar de tener un soporte de tipo astronómico, con una aproximación muy grosera a la realidad risica del Universo. Vaya esto por delante.

Y por lo que respecta a la afirmación, de la que me responsabilizo y no me retracto, de que los eclipses de Luna son hoy día una curiosidad sin- gran valor científico, ahí están las opiniones del director y del subdirector del Observatorio Astronómico de Madrid, recogidas por la agencia Efé, en el mismo sentido; opiniones que yo no cité en mi colaboración por parecerme una afirmación bastante evidente para los aficionados a la astronomía. Desde luego, si la medida del tiempo astronómico o ciertos descubrimientos de ocultaciones estelares, y desde luego el conocimiento del movimiento del sistema Tierra-Luna, dependiesen hoy día de los eclipses de luna, apañada estaría la astronomía como ciencia. La ciencia dispone hoy de medios mucho más sofisticados para todo eso y para muchas más cosas, y por esa razón los eclipses de Luna no tienen ya la importancia estrictamente científica que tuvieron en su momento./