Marruecos juega la carta norteamericana en señal de advertencia a Francia

Marruecos quiere diversificar al máximo sus relaciones económicas y jugar a fondo la carta norteamericana. Las circunstancias políticas que han rodeado la visita a Rabat del secretario de Estado para el Comercio, Malcom Baldrige, que finalizó ayer, confirman que Marruecos quiso lanzar una advertencia a Francia en un momento particularmente difícil de las relaciones franco-marroquíes.

Media docena de acuerdos han sido firmados en las escasas 48 horas que permaneció en Rabat la delegación estadounidense.

El monto relativamente modesto de las inversiones consentidas ahora por Estados Unidos, de tres a cinco millones de dólares, no corresponde todavía con la manifiesta voluntad política de Washington y Rabat de estrechar en el futuro sus relaciones en todos los dominios.

El hecho de que simultáneamente a la visita de Baldrige a Rabat, Francia y Argelia hayan firmado los acuerdos económicos más importantes desde la independencia argelina, con motivo de la visita del ministro francés de Planificación, Michel Rocard, a Argel, le da un cierto simbolismo a esta situación.

Incertidumbre política

Aunque los acuerdos económicos entre Francia y Marruecos son esenciales todavía, principalmente en el terreno de los fosfatos, las incertidumbre política que ha introducido en las relaciones entre los dos países la llegada al poder de los socialistas, llevó a Marruecos a decidir diversificar al máximo sus relaciones económicas, y a estrechar sus lazos políticos con Estados Unidos.Los dos aspectos en que más pronto se manifestaron las aprehensiones marroquíes hacia Francia fueron en materia de seguridad y en lo tocante a la cooperación militar.

No en vano la visita de los directores de la CIA y de la DIA norteamericanas fue uno de los aspectos más urgentes de la colaboración solicitada por Rabat a Washington.

En materia militar, y aunque desde que los socialistas franceses llegaron al poder Marruecos parece haber recibido cinco aviones Mirage F-1 más, además de los veinticinco ya suministrados del contrato de medio centenar firmado en la época de Giscard, lo cierto es que la cooperación militar parece actualmente detenida.

Francia argumenta los atrasos del Gobierno marroquí en el pago de los suministros ya realizados. Estos atrasos fueron ya señalados en época de Giscard. Para Marruecos, cuyo Ejército está equipado en un 75% con material francés, toda ambiguedad en esta materia podría ser seria.

Síntoma de este malestar es la entrevista solicitada al presidente François Mitterrand por el rey Hassan II, y que al parecer tendrá lugar en los próximos días. El viaje del rey Hassan II a Estados Unidos, por el contrario, según confirmó ayer Malcom Baldrige, ha quedado pospuesta para esta primavera.