Homenaje clamoroso a Federico Mompou en el teatro Real
La Orquesta Sinfónica y el Coro de Radiotelevisión Española han rendido a Federico Mompou el homenaje de un muy bello programa monográfico. Contando con la colaboración de la soprano Montserrat Alavedra y el barítono Luis Álvarez, pudimos escuchar excelentes versiones de las Canciones sobre versos de Valéry, de Cantar del alma, para solo, coro y órgano (Miguel Dolera) y de los Improperiae, que estrenó Raimundo Torres; la Capilla Clásica Polifónica y la Filarmónica de Madrid, bajo la dirección de Enrique Ribó, en las semanas de Música Religiosa de Cuenca, 1964.Ambiente parisiense de los años 20
Antes, las transcripciones orquestales de la tercera canción y danza (Landsberry) y los Suburbis (Roçenthal) nos trajeron el eco del ballet La casa de los pájaros sobre diversas páginas de Mompou y el ambiente parisiense de los años veinte, en el que el compositor catalán conociera sus primeros triunfos mundiales.
Homenaje a Mompou
Orquesta y Coro de RTVE.Director del coro: A. Blancafort. Solistas: Montserrat Alavedra, Luis Álvarez y Miguel Dolera. Obras de Federico Mompou. Teatro Real. 16 de enero.
Montserrat Alavedra, la soprano barcelonesa que inició su biografía cantando música de Mompou, se mostró espléndida de voz, técnica y expresividad en las Canciones, verdadera e íntima fusión de dos espíritus poéticos concomitantes: el de Paul Valéry y el de Federico Mompou. Si la palabra transmigra a los pentagramas para completar todo su sentido, la orquestación de Ros Marbá se mantiene refinadamente fiel al original.
En cuanto a Cantar del alma, se alzó como el centro espiritual de todo el programa. Estos minutos de música cuentan entre lo más hermoso de la lírica contemporánea en su expresión transida, serena y contemplativa. Emociones que perviven en Improperiae, pues al abordar una forma grande, tan inhabitual en él como el empleo de una crecida formación vocal-instrumental, no quiso Mompou traicionar su más profundo sentimiento, cristalizado en los Charmes o en la Música callada.
Fue todo un mero problema de dimensiones, ante el cual el compositor hizo de sus páginas breves e intimistas células germinales para su magnífica cantata. El barítono Luis Álvarez dijo la parte solista con cálida expresividad.
Odón Alonso, director
Dirigió el programa no sólo con capacidad y buen criterio, sino en actitud entusiasmada, Odón Alonso, que, como todos, aprendió a querer la música de Mompou desde el mismo día que se sentó ante un piano.
La línea expresiva del Mompou orquestal es difícil de abordar, por cuanto alberga secretas o evidentes resonancias del estilo pianístico en su flexibilidad, suerte de "libertad controlada" alcanzada por los intérpretes de manera admirable.
Primera medalla del Círculo Catalán
No sólo justo, sino reconfortantes, resultan una serie de homenajes tan clamorosos como los recibidos en el Real por el casi nonagenario compositor, en la cima y plenitud de un largo magisterio creado, día a día, con minuciosidad de orfebre , sin un solo momento de concesión a la vanidad o la demagogia, sin un gesto de mimetismo. Como dice en su nota introductoria el hasta ahora delegado de la Orquesta y Coro, Miguel Angel Coria: "Rara vez la creación alcanza cotas semejantes".
El homenaje se prolongó con diversos actos , todos ellos significativos. El Circulo Catalán entregó a Mompou su primera medalla, y después del último concierto se reunieron en torno a Mompou, y bajo la presidencia del director general de Radiotelevisión, Carlos Robles Piquer, los intérpretes, la crítica madrileña en pleno y la barcelonesa representada por Manuel Valls (estudioso de Mompou en las sintetizadas y excelentes notas de programa), así como numerosas personalidades de nuestra vida musical. Todo obedecía a una actitud real y difícil de lograr: la plena admiración, la estimación sin fisuras de un hombre y una obra absolutamente singulares en nuestro panorama.
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