Cosas para tirar

Baudelaire escribió un bello poema de la trapera. Larra hacía hablar en los artículos a su criado montañés, pretextando que los fabulistas habían hecho hablar al zorro y la lechuza. Yo, más sencillamente, tengo a Manuela, de la que ya he hablado, con más ceniza de trabajos que de años en el pelo, y hoy, antes de que Manuela se lo llevase todo en el cesto, hacia el mejor destino del Todo, que es la nada, he estado haciendo recuento de cosas para tirar:La copa del Mundial, que ya está en España y me llega en reproducción. El deporte, para los griegos, era un humanismo. Para nosotros es un brutalismo. Claro que Soledad Becerril tampoco es Safo de Lesbos.

Todas las columnas de Prensa que comienzan: «Iba yo a comprar ... » (el tabaco, el whisky, la leche, etc.), porque se lo montan sobre otra columna, y luego, además están llenas de «de que», «persona humana» (como si hubiera personas vegetales o minerales), «a lo largo y lo ancho de la Patria», «de una vez por todas», «pero sin embargo» (les hay que llegan al «pero aunque sin embargo ... »), «pero» sin coma anterior (ya no la pone nadie), «hubieron muchos accidentes estas Navidades» (catalanismo), «esto» acentuado, «ésos» sin acentuar, «a nivel de» y «de alguna manera».

Las ordenanzas municipales sobre nieve, tráfico o multas, donde sólo se salva el delantalillo que les pone Tierno: «Cuyas sean las motivaciones...-».

El surrealismo macarra de Valerío Lazarov que no sabe potenciar la natural fotogenia/telegenia de Anabelén.

Todas las papeletas de compromiso que van a sacar académica a Elena Quiroga, estando ahí Carmen Laforet, Ana María Matute y Rosa Chacel.

El lirismo de Escuela Normal de Lucila Godoy (Gabriela Mistral), en su 25 aniversario, que está lleno de didactismo y pedagogía, y confunde la lírica con los buenos sentimientos.

La verja de Gibraltar.

La pajarita de Robles Piquer (que tensa metiendo dentro unas tijeras, que son lo suyo).

El apellido de míster Haig, que en castellano suena a quejido y nos tiene a todos en una quejumbre.

LaLOAPA.

Todo lo que el Gobierno nos ha guisado con la colza. (Ahora hay un movimiento vecinal de querella masiva sobre el caso.)

La moda Telva/0pus, que lleva. años convirtiendo a las jais en las tías solteronas y decentes de sí mismas. (Quizá con los nuevos estatutos del Opus pongan la minifalda.) -

Las crónicas de París que siguen presentándonos a Mitterrand como un democristiano vendido a Washington. -

El pensamiento político de Ferrer Salat, que no quiere tener pensamiento político.

La izquierda dimisionaria. (Decía Sartre: «Se abandona la izquierda, se recorre un trecho en la oscuridad y de pronto está uno en la derecha».)

La manera de interpretar de Amparo Rivelles, que se ha cargado el teatro Alcázar de puro antigua.

La pornógrafia, que desacreditala democracia.

El vino de Luis Olarra, que se sube a la cabeza de los salvaespañas teóricos.

La Torre de Madrid, que está vacía, no consigue alquilar apartamentos y es un elefante muerto o unajirafa de hormigón.

Todas las tarjetas de crédito que ha ido reuniendo mi santa, porque nada desacredita estéticamente como pagar con taijeta de crédito, con lo hermoso que es sacar la pastizara o novela verde en fajos, como un tratante.

El doble de Calvo Sotelo, que es él mismo.

(Y no sigo porque Manuela dice que la cesta ya pesa mucho, señorito.)