La Caja Rural de Granada niega al Ayuntamiento un préstamo de 150 millones

La Caja Rural provincial de Granada ha denegado al Ayuntamiento de la ciudad un préstamo de 150 millones de pesetas, cuya concesión había sido inicialmente aprobada por el consejo rector de la entidad, en el mes de julio del pasado año, para financiar la construcción de una estación municipal de transportes de mercancías. La Corporación municipal canceló ayer la cuenta corriente que tenía abierta en la oficina principal de la Caja, con un saldo aproximado de 51 millones de pesetas.

La denegación del crédito, calificada por el alcalde socialista de Granada, Antonio Jara, como "una actuación desconsiderada, caprichosa y discriminatoria", ha confirmado la opinión de la izquierda granadina en el sentido de que el cese del anterior director general de la Caja Rural, Federico Terrón, estuvo motivado por su política de concesión de créditos a ayuntamientos de izquierdas. Terrón Muñoz, que había conseguido doblar en dos años el pasivo de, la entidad financiera hasta colocarlo en casi 10.000 millones de pesetas, fue destituido de su cargo el 14 de agosto de 1981, pocos días después de la aprobación inicial del préstamo.La decisión de denegar definitivamente el crédito le fue comunicada hace unos días a Antonio Jara por el nuevo director general de la Caja Rural, Vicente Matoses, a través de una escueta carta comercial. Esta postura de los actuales responsables de la entidad credíticia fue denunciada el lunes por el alcalde, durante la reunión de la permanente municipal, donde la denegación del préstamo fue calificada como "una descortesía hacia los granadinos, una falta grave de profesionalidad, una ofensa al Ayuntamiento de Granada y un desprecio a los intereses de la ciudad".

Por su parte, el presidente del consejo rector de la Caja Rural granadina, Federico Hita, tras calificar como injustas y demagógicas las palabras del alcalde de la ciudad, ha justificado la denegación del préstamo como "ajena a toda motivación de tipo político", y afirma que la concesión era "técnicamente imposible por la especialidad de los fines de la Caja Rural granadina".