La sierra extremeña de La Solana, protegida en su parte portuguesa, está siendo destruida en Cáceres

La sierra de La Solana, en Cáceres, uno de los escasos lugares donde aún quedan linces, está siendo destruida con potentes buldozers que la están aterrazando para plantar posteriormente eucaliptos. Se da la circunstancia de que la prolongación de esta sierra, que se adentra en territorio portugués, y donde se la conoce como sierra de Malcata, fue declarada el año pasado espacio natural protegido por la Administración portuguesa, con el Fin de proteger a la población de linces de ese país.Hasta ahora, la sierra de La Solana, situada en el término municipal de Ceclavín, cerca del embalse de Alcántara, se mantenía prácticamente virgen y constituía una de las mejores manchas de madroños y encinas de España. Además del lince, esta zona cuenta con especies protegidas y escasas como la cigüeña negra y el buitre leonado, que también verán afectadas sus colonias de cría con estas obras de aterrazamiento y repoblación que están siendo efectuadas por una industria papelera en consorcio con los propietarios y subvencionados por el departamento de Producción Vegetal del Ministerio de Agricultura.

Esta zona había sido clasificada como espacio natural a proteger en el plan de ordenación territorial que hizo recientemente el Ceotma, en colaboración con la Junta de Extremadura. También resulta contradictorio que el Ministerio de Agricultura, encargado de proteger la naturaleza a través del leona esté subvencionando el desmonte de esta sierra con fondos para la repoblación cuando por la alta pendiente de las laderas de la zona las obras no pueden encuadrarse bajo este concepto. Por otra parte, el aterrazamiento en laderas de alta pendiente provoca un acelerado proceso de erosión del suelo, con el consiguiente problema del acolmatamiento de los embalses, que se llenan de tierra en pocos años.