Calvo Sotelo y Europa

PuebloNo sería justo pedir unos resultados espectaculares al viaje a Bruselas y Londres que Ayer inició el presidente Calvo Sotelo. Desde hace tiempo, los grandes gestos y las sorpresas contundentes están ausentes del ámbito de las relaciones internacionales y de los viajes de gobierno. Quizá Calvo Sotelo no traiga de las dos capitales europeas resultados visibles en el tema de las relaciones EspañaCEE y en el contencioso que nuestro país puede mantener con el Reino Unido por el tema gibraltareño. Sin embargo, es preciso poner de relieve la importancia de estas visitas, que rompen con la tónica relativamente tranquila y sin dificultades de los anteriores viajes del presidente.El presidente del Gobierno español debe acudir a Bruselas y a Londres sin complejos de ninguna clase. España ya no es un Estado con una promesa de liberación política o en una incierta situación constituyente, sino una nación perfectamente equiparable a las del resto de Europa, y en trance de participar directamente en todas las responsabilidades occidentales. Calvo Sotelo debe pisar fuerte en ambas capitales, exigiendo con rigor una serie de contrapartidas de sus aliados europeos, que hasta ahora han venido siendo ignoradas o echadas en saco roto. Debe evitarse a cualquier precio la hipotética frustración que en amplios sectores de la sociedad española podría desarrollarse en caso de que ninguna de estas dos peticiones españolas -la entrada en el Mercado Común y la restitución de la soberanía española sobre Gibraltar- fuera atendida por estos Gobiernos. Siendo además el viaje de Calvo Sotelo la visita de un jefe de Gobierno español formado por un partido en concreto. Los temas que el presidente español lleva en la agenda de su viaje son defendidos sin reticencia alguna por la inmensa mayoría de los partidos políticos. Gibraltar y la CEE son temas exteriores sobre los que existe un total consenso en el Parlamento.

, 8 de enero