El gobernador civil de Guipúzcoa ordena una investigación sobre los guardias civiles que dispararon en Rentería

El gobernador civil de Guipúzcoa, Pedro Arístegui, anunció ayer, mediante una segunda nota oficial, la apertura inmediata de una investigación que aclare las circunstancias en que se produjo la actuación de una patrulla de la Guardia Civil el primer día del año en Rentería, que disparó con fuego real en un paseo céntrico y muy concurrido, con un saldo de tres heridos. El Ayuntamiento de la localidad, en una reunión convocada con carácter extraordinario y urgente, condenó ayer la actuación de los miembros de la Guardia Civil y denunció la primera nota oficial «por su pretensión de justificar los hechos». Testigos presenciales han negado, por otra parte, que los balazos del bar La Rosa, en cuyo interior fue alcanzado por un proyectil el niño de siete años Daniel Muñoz, llegaran hasta aquel lugar de rebote.

El pleno municipal extraordinario dio comienzo a las sieis de la tarde, con la sala llena de público. El alcalde de la localidad, Sabín Olaizola, perteneciente a Herri Batasuna (HB), pronunció unas palabras introductorias en las que afirmó que lo sucedido es muy alarmante y que las consecuencias pudieron ser catastróficas. A continuación se dio lectura a una propuesta de resolución de HB, que resultó aprobada por unanimidad.En el texto se critica la primera nota oficial difundida a primera hora de la madrugada por el Gobierno Civil, según la cual una patrulla rural de la Guardia Civil de Irún se dirigía en dos vehículos oficiales, un Talbot, PGC-234 1, y un Land Rover, PGC-3412, ocupados por dos y tres números, respectivamente, en misión de protección a la subestación eléctrica de Lintzirin, cuando, «al llegar a la población de Rentería, en el kilómetro 473,5 de la N-1, Madrid-Irún, como consecuencia de encontrarse la carretera cortada por hallarse atravesado un autobús, integrantes de una manifestación, al apercibirse de su presencia procedieron en actitud agresiva, a lanzar piedras contra uno de los vehículos, produciendo impactos en el mismo, al propio tiempo que proferían insultos».

Acción injustificada

La primera nota oficial indica que «la fuerza hizo uso de sus armas reglamentarias, resultando heridas dos personas por armas de fuego». Según el acuerdo adoptado por el Ayuntamiento de Rentería, esta versión oficial «pretende justificar la lamentable e injustificable actuación de miembros de la Guardia Civil». La Corporación municipal, integrada por representantes de HB, Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Euskadiko Ezkerra (EE) y Partido Comunista de Euskadi (PCE), subraya en el acuerdo que ni siquiera en situaciones de guerra se justifica el hecho de abrir fuego contra la población civil, y califica de «gravísimo el incidente de ayer, que pudo costar a Rentería muchos muertos y heridos».El texto afirma, no obstante, que resulta de mayor gravedad la actitud del gobernador, al ignorar que nunca pueden justificarse disparos de fuego real contra la población. Una comisión municipal se entrevistará en los próximos días con el representante gubernativo en la provincia, a propuesta del PSE-PSOE, para exigir responsabilidades judiciales y penales a los protagonistas del suceso.

El Ayuntamiento aprobó también, con el voto contrario del PSE-PSOE y la abstención del PNV, una propuesta de las gestoras pro amnistía en la que se pide «la expulsión de los cuerpos de ocupación (Ejército, Policía Nacional, Guardia Civil y Cuerpo Superior de Policía) de las cuatro provincias históricas de Euskadi sur»-, es decir, la comunidad autónoma vasca y Navarra.

El gobernador pide comprensión

Por su parte, el Gobierno Civil de Guipúzcoa difundió a mediodía de ayer una segunda nota oficial, en la que el gobernador, Pedro Arístegui, expresa, «con motivo de los desgraciados sucesos de Rentería, en los que resultaron heridas dos personas, su profundo sentimiento personal y el de los funcionarios, cuerpos y fuerzas de este Gobierno Civil». Según la nota, se ha ordenado que sea abierta una investigación de inmediato, «sin ningún retraso». El gobernador «ruega a sus paisanos y conciudadanos la mayor sensatez y comprensión, para evitar que estos hechos puedan. ser capitalizados para mayores violencias y desgracias en nuestra tierra», y ofrece ayuda a las personas que resultaron afectadas.Diversos medios y fuentes de Rentería han comentado su sorpresa por la explicación que la primera nota oficial ofreció sobre la presencia de la patrulla de la Unidad de Acción Rural (UAR) en el casco urbano (le la localidad, portando armas de fuego y sin material disuasivo antidisturbios. Según comentario generalizado, no tiene sentido afirmar que la patrulla se dirigía al Lintzirin para vigilar una subestación eléctrica, porque a este paraje se accede desde un cruce de carreteras situado antes de llegar a Rentería, si se circula desde Irún, como parece que era el caso de la patrulla de las UAR.

Personas que aseguraron haber presenciado los hechos desmintieron a EL PAIS que los disparos hubieran alcanzado el bar La Rosa de rebote, puesto que fueron efectuados precisamente hacia ese punto, desde una distancia inferior a cien metros y casi a ras del suelo.

Según la versión de estas personas, el Land Rover había logrado pasar la barricada que pequeños grupos colocaron al término de una manifestación de solidaridad con los presos de ETA Militar en la carretera, pero el Talbot no lo consiguió. Ambos vehículos dieron entonces media vuelta y enfilaron la vía pública en dirección a Irún. Al pasar de nuevo por la Alameda, donde se había iniciado desde el quiosco la música para el baile que se celebra los días festivos, algunos grupos abuchearon a los guardias civiles y lanzaron piedras, una de las cuales alcanzó al Talbot, que circulaba en segundo lugar.

Disparos de pistola y metralleta

Dos agentes uniformados descendieron en ese momento del Land Rover. Uno de ellos disparó varias veces con una pistola y el otro barrió un sector de la Alameda con una ráfaga de metralleta, en dirección. a la fachada del bar La Rosa. El lugar se encontraba en aquel momento lleno de paseantes y jóvenes que esperaban el comienzo del baile.Cuatro proyectiles alcanzaron el citado bar, en cuyo interior resultó herido el niño de siete años Daniel Muñoz. La bala, que le atravesó en sedal ambos muslos, le alcanzó después de haber traspasado un grueso marco de madera de la fachada del establecimiento, que atenuó el impacto. Otros dos proyectiles atravesaron limpiamente el cristal de la misma fachada, y uno de ellos hirió levemente en un dedo a la propietaria del bar, María Jesús Bailo, que estaba ocupada en la cocina. Otra bala penetró por la calle que conduce desde la Alameda hasta la plaza del Ayuntamiento y atravesó en sentido longitudinal la galería cerrada de una vivienda, en la que pueden verse los orificios en ambos cristales laterales.El tercer herido, Manuel Cosano, de 68 años, paseaba con su esposa cuando el proyectil le alcanzó en un brazo y salió por el hemitórax. Tanto Cosano como el niño Daniel Muñoz se encuentran internados en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, donde se han calificado sus heridas de pronóstico reservado.

El concejal del PNV no encabezó la manifestación

Medio millar de personas partió en manifestación del Ayuntamiento de Rentería al término del pleno municipal celebrado ayer para protestar por la actuación de la patrulla de las UAR. En el pleno extraordinario se había rechazado la propuesta de que la totalidad de los corporativos encabezara la marcha. Un concejal del PNV argumentó, entre otras cosas, que «nosotros no acudiremos porque no tenemos ninguna confianza en que la manifestación discurra con el orden necesario».Por otra parte, según informa Javier Angulo desde Bilbao, el titular de la Consejería de Interior del Gobierno vasco, Luis María Retolaza, ha iniciado una investigación sobre los sucesos del pasado viernes en la localidad guipuzcoana y ha recabado datos del Ayuntamiento y de medios gubernativos para completar su conocimiento de las circunstancias que los rodearon.