Decrecen las diferencias franco-alemanas en la condena del golpe militar polaco

La Internacional Socialista (IS), reunida ayer en París, adoptó por unanimidad (sólo la delegación de Finlandia se abstuvo) una resolución que condena categóricamente el golpe de Varsovia. Esta actitud es más firme que la expresada la semana pasada por el presidente de la IS, el alemán Willy Brandt.Los socialistas "reafirman los principios democráticos del socialismo en el plano internacional y preconizan la no injerencia, distanciándose igualmente de EE UU y de la URSS", resumió como puntos esenciales del comunicado común el líder español del PSOE, Felipe González.

La IS reclama la liberación de todos los presos, la rehabilitación del sindicato Solidaridad y, por lo que toca a la acción, estima que debe continuar la ayuda alimentaría, "pero la económica queda sometida a la evolución de los acontecimientos en Polonia".

La resolución aprobada por los catorce partidos socialistas presentes en París "condena la toma del poder por los militares", pide la libertad inmediata de todos los detenidos y exige que Solidaridad pueda ejercer líbremente sus actividades.

El mismo documento dice que se suprima la ley marcial, que los polacos resuelvan sus problemas sin injerencia exterior y subraya que "la democracia y el socialismo no pueden fundarse en decretos dictatoriales tomados en la cúpula del poder ni en un retorno a injusticias y oligarquías del pasado".

Y esto último, añaden los so cialistas, es tan válido para Polo nia como para Afganistán o El Salvador, entre otros ejemplos. La IS pide que se restablezca el diálogo "entre la Iglesia católica Solidaridad y las autoridades".

Abstención finlandesa

Y, por fin, este documento común, que sólo los socialistas finlandeses no firmaron, debido a la situación específica de su país en Europa, señala dos puntos considerados importantes y que fueron expuestos de manera insistente por el representante del PSOE, Felipe González: que la crisis polaca no sea utilizada como pretexto contra la distensión y el control armamentístico y que no sirva de aval para otra intervenciones en otros puntos del globo. El documento y las declaracio nes posteriores ofrecidas por los líderes de la IS en una conferencia de Prensa indicaron que la unanimidad de todos los partidos de la IS es real y que se han borrado las divergencias profun das aparecidas los primeros días entre los alemanes y los franceses, esencialmente respaldados estos últimos por suecos e italianos. Willy Brandt, reflejando el pensamiento de su país, como presidente de la IS, se había manifestado en términos muy moderados. Los socialistas galos, por el contrario, incluso han acusado a la URSS de haber dirigido el golpe de Varsovia.