Pintores españoles hacen arte para anudarse al cuello
¿Le gustaría anudarse al cuello un Gordillo, un Urculo, un Berrocal, un Chicano, un Forns Bada o un Pérez Villalta? El asunto es ya posible. Para conmemorar sus doce años de vida, e interesante trayectoria, la galería Sen, de Madrid, ha tenido una idea feliz: proponer a catorce artistas conocidos el diseño de un pañuelo. La edición, que exhibe ahora la galería junto a sus originales respectivos, ha sido estampada sobre seda, en tirada limitada, y realizada en Italia como mandan los cánones.Muchos artistas han sentido, sin duda, la tentación de ver cómo sus imágenes arropaban un cuerpo, se movían con él, entrando a formar parte de nuestro decorado cotidiano. Algunos (Dalí, Sonia Delauney, Dufy, Foujita, Marino Marini, ... ), lo llevaron incluso a la práctica. Pero el abordar un estampado, aun en el caso de un pañuelo con sus límites definidos, plantea problemas muy particulares.
En principio, no basta con que el artista traslade uno de sus dibujos habituales al tejido. Lo que normalmente estaba destinado al plano, va aquí a doblarse, a fragmentarse, a superponer sus partes, y e diseño debe dar la talla en cada caso. En esta ocasión, ciertos artistas han tenido eso en cuenta y otros no, aunque la fortuna del resultado no se incline necesariamente del lado de los primeros. Tal vez, y con independencia de la belleza del dibujo, los más afectados pudieran ser quienes, como Toledo, Urculo o Isabel Villar, presentaban una imagen única y muy trabada.
Algunos se han beneficiado de ciertas características de su trabajo sin necesidad de apartarse de su línea habitual; así, el carácter de repertorio en los faros de Eduardo Sanz, el valor ya fragmentario de la pincelada-signo en los paisajes de Rosa Torres o esa perfecta adaptación en el lenguaje del Equipo Crónica.
Otro grupo ha acercado su repertorio a un diseño que pudiera desmenuzarse, donde las partes funcionasen con igual acierto que el todo. Es este el caso de la hermosa narración mitológica de Pérez Villalta, de Posada, que ha insistido en una lectura circular del pañuelo, o de la brillante propuesta de Gordillo.
Por último, varios artistas han coincidido en su intención manierista: el tema del pañuelo dentro del pañuelo. Son estos, Chicano, Berrocal -que ha ocultado sus propios atributos plásticos en una anamorfosis circular- y Forris Bada, quien, a mi parecer, logra uno de los resultados más equilibrados y atractivos de la colección.
Babelia
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