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La Varidasa oral, un fármaco sospechoso de inoperancia

En las farmacias españolas se expende un producto anticoagulante y antiinflamatorio cuya variedad inyectable ocasiona serios efectos secundarios, mientras que su forma oral ni siquiera ha superado las pruebas clínicas de rigor. Se trata de Varidasa, fabricado con licencia norteamericana por los laboratorios Lederle, cuya titularidad corresponde a la empresa Cyanamid Ibérica, SA. El citado producto es un preparado estrella de estos laboratorios. La variedad oral de este fármaco se ha retirado de la mayoría de países, empezando por Estados Unidos.

Su función primigenia es la de impedir la coagulación de la sangre o disolver trombos en un punto determinado del organismo. Desde un principio este fármaco se inyectaba por vía intramuscular o mediante punción torácica. Pero, según los propios médicos del laboratorio Lederle, aplicado por vía intramuscular produce una reacción febril intensa en un 4 % o 5 %, lo que obliga a un tratamiento posterior con Metergil en el caso -frecuente, por otra parte, según otras fuentes- de que se produzcan hemorragias. Estas son generales en el caso de mujeres que se encuentran en el período y en pacientes de úlcera. Incluso se han producido casos en los que un paciente desconocía padecer una gastritis y, al aplicársele Varidasa, sufrió una importante hemorragia.El componente fundamental de este preparado fibrinolítico (anticoagulante) es la estreptocinasa, que, según los doctores Bada Aínsa y Salvá Miguel, aplicada incluso en pequeñas dosis «puede provocar hemorragias hipérfibrinolíticas»; es decir, importante pérdida de sangre por imposibilidad de lograr una coagulación de la misma en los puntos en que se produce el flujo. Los mismos doctores señalan que las reacciones alérgicas de estos productos son importantes, como también la fiebre. A pesar de ello, en el prospecto de Varidasa oral -cuyo precio es de 540 pesetas- sólo figura en el apartado de contraindicaciones la de hemocoagulopatías graves. No hay alusión alguna a procesos febriles ni alergias.

Sobran advertencias

En cualquier caso, según algunos expertos, sobran las advertencias, porque el organismo no absorbe la Varidasa oral: no logra pasar Ias mucosas que protegen las paredes del estómago. A esta conclusión ha llegado el doctor W. Fischbacher, del hospital de Münsterlingen, que publicó en el Schweizerische Medizinische Wochenschrift, número 97, correspondiente a 1967, el resultado de sus investigaciones y concluyó que efectivamente este preparado no es susceptible de absorción. El mismo llegó a ingerir cien tabletas de Varidasa oral, con un total de medio millón de unidades, y no experimentó alteración alguna en la sangre.Al margen de la utilidad o inoperancia del producto, y no es ni mucho menos el único preparado que no sirve para nada de cuantos se venden en las farmacias, cabe concentrarse en los aspectos económicos del mismo. Varidasa se beneficia de un trato especial por parte de la Administración. Al considerársele fibrinolítico, que además sólo puede adquirirse con receta, la Seguridad Social paga el 90% del precio y el paciente sólo satisface el 10% restante. En consecuencia, es el contribuyete quien realmente financia la producción de este preparado inoperante.

Al inquirir las razones por las que no se anotan contraindicaciones específicas de este preparado, un experto ha señalado que la razón de esta omisión puede ser la carencia de estudios específicos sobre este fármaco. No existen estudios sobre absorción, distribución, metabolismo y excreción de este producto. Sólo se sabe que se disuelve. En consecuencia, la venta de este preparado es, como poco, un riesgo. Esto movió a los propios laboratorios Lederle, de Estados Unidos, a retirarlo de su catálogo hace idos años.

En cuanto a la posología recomendada, es de cuatro tabletas por día para los adultos, y de seiscientas unidades de estreptoquinasa (una tableta tiene 10.000 unidades de este principio activo) para los niños.

En enero de 1974, la Jefatura Provincial de Sanidad de Madrid desestimaba una solicitud de los laboratorios Lederle que pretendían incrementar su oferta de Varidasa mediante la presentación en el mercado de envases de cincuenta tabletas al precio de 872,319 pesetas. Para reforzar esta solicitud, Lederle sugería que las veinte tabletas de cada envase a la venta resultaban insuficientes «para cubrir la posología actual del producto, ya que, siendo la dosis actual de dos tabletas cuatro veces al día, y en muchos casos seis veces al día, continuándose el tratamiento durante seis días, se facilitaría al paciente su tratamiento con envases de más unidade». Sin embargo, en el prospecto que acompaña al producto se indica que «la dosis media habitual es de una tableta cuatro veces al día por vía oral. En cuadros agudos pueden utilizarse como terapéutica de ataque dosis mayores».

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