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Indicios de distensión en Polonia

Jaruzelski asegura que el estado de sitio se mantendrá tan sólo el tiempo necesario

El primer ministro polaco, general Wojciech Jaruzelski, informó en Nochebuena, a través de un mensaje radiofónico, que el «estado de sitio no se mantendrá ni un minuto más de lo necesario», horas después de que se conociese la homilía navideña del primado, Jozef Glemp, quien desea que «el estado de sitio se levante antes de que terminen estas fiestas». El arzobispo solicitó a sus conciudadanos «sacrificios para el año próximo», pero instándoles a que «trabajen por un proyecto nacional de respeto a la dignidad humana y a sus derechos cívicos y religiosos».Mientras tanto prosigue la nornialización en la zona de Silesia, donde los mineros desocuparon sus centros de trabajo en Nochebuena.

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Jaruzelski dijo en la noche del 24 de diciembre, en su discurso a todo el país, que en Polonia hay espacio para sindicatos autogestionados y verdaderamente independientes. El número uno oficial del régimen militar polaco empleó un tono abiertamente conciliatorio, pero no utilizó una sola vez el nombre Solidarnosc (Solidaridad).

Horas después, sin embargo, era el órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), Pravda, el que se encargaba de matizar el asunto al en juiciar que la idea de un sindicalismo independiente en el sistema del llamade socialismo real es «un absurdo» y solamente tienen oportunidades de efectividad las organizaciones sindicales actuando bajo la supervisión del partido.

Con la frase «queridos conciudadanos» inició Jaruzelski su discurso navideño, el primero desde la toma del poder por el Consejo Militar el pasado 13 de diciembre. En la emisión internacional de Radio Polonia, en onda corta, se anunció a Jaruzelski como «presidente del Consejo Militar de Salvación Nacional», sin mencionar su condición de primer secretario del Partido Comunista polaco (POUP).

El general calificó la intervención militar en Polonia como « mal menor», porque la situación no permite una elección «entre el bien y el mal». Jaruzelski calificó de «mentiras» las informaciones de «presuntas docenas o centenares de muertos y miles de detenidos expuestos al frío, golpeados o torturados», y se refirió expresamente a los siete muertos en los enfrentamientos de la mina de Wuiek, de Silesia.

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El general Wojciech Jaruzelski aseguro en su mensaje navideño que no puede haber dictadura militar en Polonia

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Jaruzelski tampoco mencionó ni una sola vez, en su discurso de diez minutos, al Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista), y aseguró que en Polonia no puede haber una "dictadura militar", y "el estado de guerra no durará ni un minuto más de lo necesario", informa desde Bonn, José Comas.

El presidente del Consejo Militar de Salvación Nacional afirmó sobre este último punto que "cuanto más rápido los agitadores irresponsables pierdan su apoyo, más rápido volverá la calma y el orden, y más rápido se llevará a cabo la normalización". Jaruzelski añadió que se había querido evitar todo derramamento de sangre y que los muertos son "mi drama personal".

En el discurso se advierte claramente una intención de reconciliación nacional, volvió a repetir su idea de un "entendimiento nacional", y que ahora será posible realmente continuar el camino de la odnowa (renovación) socialista de la sociedad, con unos sindicatos autogestionados e independientes, libres de la influencia de " politicastros".

Sobre este punto, Pravda, dijo textualmente ayer que "la historia de nuestro partido (el PCUS) demuestra lo absurdo del concepto de independencia de los sindicatos y la impotencia del anarcosindicalismo, que quiso presentar a las organizaciones sindicales como la fuerza dirigente de la sociedad y sustituirlas en el Estado, atribuyéndolas las funciones de un partido político", informa France Presse desde Moscú.

La opinión de los analistas en la capital soviética es que este artículo de Pravda alude directamente al sindicato Solidaridad, a quien la Prensa soviética ha acusado sistemáticamente en los últimos meses de haberse atribuido "un papel propio de un partido político de oposición".

La ausencia de la más mínima referencia al partido comunista responde a la intención de Jaruzelski de conseguir una cierta "base popular para su programa de salvación nacional", lo que le resultará sumamente difícil.

El general ha perdido, con los primeros muertos, su aureola de general limpio de sangre, el hombre que no quiso que soldados polacos disparasen sobre obreros polacos. Ahora -su discurso lo pone de manifiesto-, el general quiere recuperar la imagen perdida, pero al mismo tiempo podría llegar a una situación de encontrarse aislado e incluso enfrentado a los burócratas del partido.

Entre los elementos conciliadores del discurso de Jaruzelsk destaca la afirmación de que la Iglesia católica conserva su campo de actuación en el ejercicio de su misión, garantizado por la Constitución, y el reconocimiento de que la existencia de diferentes corrientes en la vida pública es lícito.

El discurso de Jaruzelski tuvo también una referencia a Occidente, a los ique pedían orden y trabajo en Polonia y ahora gritan escandalizados, lo que produce la impresión de que "deseaban una Polonia insolvente, incapaz de pagar sus deudas, un organis mo enfermo en Europa". Jaruzelski anunció un programa en un futuro próximo, que "fijara las conquistas fundamentales de la clase obrera, los agricultores y otros trabajadores", lo que incluye "la conservación y mejora de aquellas transformaciones positivas alcanzadas".

Otras manifestaciones coincidentes con las de Jaruzelski fueron hechas por su portavoz, capitán Wieslaw Gornicki, quien en la primera cadena de la televisión germario-occidental, ARD, dijo que en la declaración de estado de guerra no hubo injerencia exterior, y se hizo "precisamente para evitar esa injerencia externa"; lo, que parece confirmar que la intervención militar se consideró como última posibilidad de evitar la intervención soviética.

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