Córcega gozará de un estatuto regional propio y de una asamblea territorial
Córcega será la primera región francesa nacida en el marco de la descentralización impulsada por el poder mitterrandista desde el verano pasado. La población isleña dispondrá de una asamblea regional y pronto entrará en vigor una amnistía total.
El Consejo de Ministros francés aprobó ayer el denominado "estatuto particular" de la isla. Una asamblea regional, sin derecho a proponer al Parlamento nacional modificaciones legislativas, dirigirá el desarrollo global corso. El Gobierno anunció que concederá una amnistía total que pondrá en libertad a los últimos militantes clandestinos independentistas, autores de numerosas acciones contra el Gobierno de París.Los dos departamentos corsos actuales se convertirán en una colectividad territorial de pleno ejercicio, administrada por una asamblea regional de 61 miembros elegidos para un período de cinco años por el sistema proporcional.
El presidente de esa asamblea será el representante del poder ejecutívo y, con ello, reemplazará al prefecto, que, nombrado por el Gobierno, era hasta la fecha la autoridad suprema en la Francia jacobina. En lo sucesivo, ese prefecto se denominará "comisario regional de la región" e intervendrá en los asuntos que dependen directamente del Estado.
Además de la asamblea se crean otras dos de carácter consultivo: un consejo económico y social y un consejo cultural y del entorno.
Paralelamente, bajo control de la asamblea regional, funcionarán varias agencias u oficinas (dirigidas por representantes electos y profesionales), que intervendrán en los diversos sectores de la vida regional.
El proyecto aprobado por el Gobierno será sometido a la asamblea el próximo mes de enero y, en junio de 1982, se celebrarán las primeras elecciones para formar la asamblea regional.
Este "estatuto particular" corso, respecto al que había redactado el Gobierno el pasado mes de agosto, y que fue presentado en la lista por el ministro del Interior, Gaston Deferre, aparece recortado en un punto esencial: la asamblea regional no podrá hacer proposiciones legislativas al Gobierno y al Parlamento con el fin de configurar de manera precisa la identidad corsa.
Vivas críticas
La amputación de esta prerrogativa se debe a que fue vivamente criticada por quienes veían en ella el germen de una autonomía que, a largo plazo, pudiera conducir a la independencia de Córcega. Así se espera mantener intacta la unidad de la nación.El Gobierno galo da este primer paso de la descentralización en Córcega para intentar sanear el caso regionalista francés más agudo.
Desde que subieron al poder los socialistas, los clandestinos independentistas del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), que en 1980 cometieron cerca de quinientos atentados, observan una tregua total.
El partido autonomista, Unión del Pueblo Corso (UPC), del doctor Simeoni, se dispone a jugar a la legalidad y se presentará a las elecciones. Esto no quiere decir que el estatuto le satisfaga plenamente, pero los autonomistas lo consideran como un primer paso positivo.
Sólo la experiencia dirá si el FLNC, con la amnistía total, se rinde.
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