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Senegal y Gambia se fusionan en el nuevo Estado africano de Senegambia

La desaparición de un Estado es en nuestros días un hecho insólito. Pero cuando esta desaparición es además libremente consentida, a lo insólito se añade lo asombroso. Senegal y Gambia decidieron el jueves por la noche integrarse en una confederación que se llamará Senegambia.

El tratado constitutivo de la confederacion fue ratificado por los presidentes Abdu Diuf, de Senegal, y Dauda Jauara, de Gambia, en una ceremonia celebrada el jueves por la noche en Dakar. El lunes y martes próximo se reunirán los Parlamentos de ambos países para decidir sobre la ratificación del tratado que consagra la aparición de un nuevo Estado -la Senegambia en Africa y la desaparición de otros dos: Senegal y Gambia.En consecuencia, y cuando los respectivos Parlamentos ratifiquen el tratado de confederación, Senegal y Gambia desaparecerán también de la ONU y de la OUA para ser sustituidos por el Estado confederal de la Senegambia. Desde el punto de vista institucional, la confederación contará con un presidente, que será senegalés, y un vicepresidente gambiano. Existirá un Gabinete especial encargado de los temas comunes, un tribunal de arbitraje, un Parlamento confederal, y un Gabinete también confederal.

Unificación política

La política exterior, la defensa, la seguridad, la educación, los transportes y la economía serán unificados. Todas estas disposiciones fueron previstas en las conversaciones sostenidas por los presidentes Abdu Diuf y Dauda Jauara durante la visita que efectuó el primero a Gambia en la primera mitad de noviembre pasado. Un proyecto de tratado fue elaborado entonces en los tres días que duró la estancia en Gambia del presidente senegalés. Los instrumentos preliminares de ese tratado fueron firmados por ambos presidentes el 14 de noviembre último en Kauar, a doscientos kilómetros de Banjul.La unión de Gambia y Senegal, que es un viejo proyecto evocado por primera vez en 1962 y reiterado en 1965, vio acelerada su realización tras el intento de golpe de Estado en Gambia del pasado 30 de julio. El presidente Jauara, que asistía entonces a la boda del príncipe Carlos de Inglaterra, regresó rápidamente y pidió la intervención de las tropas senegalesas.

La confederación, que para la mayoría no es más que el paso preliminar para la federación o la unión pura y simple de los dos países, no deja de presentar ciertas dificultades. La mayoría de éstas se derivan del diferente pasado colonial: Senegal, en la órbita francesa, y Gambia, en la británica. La educación y la administración de ambos Estados es totalmente diferente, e incluso la segunda lengua, en el primer caso, francesa, y en el de Gambia, inglesa.

Los gobernantes de Dakar y Banjul estiman que, no obstante, la lengua no será ninguna dificultad, ya que las poblaciones son de los mismos grupos étnicos y todos hablan el uolof, además de la lengua colonial.

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La integración económica sí presentará dificultades más importantes. Gambia, que es un dedo de 11.000 kilómetros cuadrados enclavado en un país diecisiete veces más grande y más poblado, vive prácticamente del contrabando, con un ingreso per cápita de 180 dólares. Senegal, con una economía más desarrollada, dispone de una renta de 360 dólares por habitante.

Algunos senegaleses han presentido ya, desde que la confederación fue anunciada públicamente ayer, que Gambia puede convertirse en una nueva carga para el contribuyente senegalés.

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