Insuficiente estructura para la demanda de asistencia psíquica de 3.000 afectados por el síndrome tóxico
Hay algo en el síndrome tóxico de lo que se ha dicho muy poco, a pesar de su importancia y de haber transcurrido casi ocho meses desde el inicio de esta catástrofe nacional: la alteraciónde la salud mental de los afectados. La situación, en este aspecto, pasa por una demanda de asistencia procedente de un 15% o un 20% de los 18.000 afectados. Pero esta demanda no llega a ser satisfecha por la actual estructura.
La angustia padecida por los afectados, con consecuencias diversas, empieza ahora a ser tratada. Y entre las medidas llevadas a cabo se cuenta un intento de acercamiento a la Prensa, por parte de la comisión clínica psiquiátrica, para evitar los efectos psicológicos negativos en los afectados. La conclusión, tras este contacto, por parte de un grupo de periodistas consultados, es que se clarifique la política informativa de la Administración. Periodistas y expertos clínico-psiquiátricos han estudiado un informe realizado en el Hospital del Niño Jesús sobre el papel de los medios de comunicación social en el síndrome tóxico.El pasado día 4 de septiembre se informó en Consejo de Ministros de la creación de una comisión psiquiátrica para el síndrome tóxico, cuya partida de gastos estaría comprendida en la asignación de 2.000 millones de pesetas presupuestada para el Plan Nacional de Atención y Seguimiento.
José Soria, coordinador de dicha comisión, ha declarado a EL PAIS que hasta el momento la actuación de dicha comisión se ha dirigido en dos sentidos: «Elaborar los protocolos clínicos de trabajo y contratar psiquiatras y psicólogos». La contratación, según el doctor Soria, está todavía pendiente en bastantes casos. Los protocolos se hallan en fase de elaboración. « La atención psico-psiquiátrica, no obstante, y con carácter de apoyo, se viene ya desarrollando en los distintos hospitales».
La atención psiquiátrica se imparte a tenor de la demanda de los propios afectados. Esta demanda, según los datos facilitados por el coordinador psiquiátrico, es del 15 % o el 20 % del total de los contabilizados. «La demanda es mayor en unas áreas geográficas que en otras. Hay hospitales que tienen cubiertas las necesidades y otros que no; entre éstos, La Paz y el Primero de Octubre, y, en provincias, Segovia. La asistencia psiquiátrica está ligada a la asistencia médica. Está ligada a las comisiones de seguimiento. La asistencia clínica ha estado bien cubierta en los hospitales, pero no ocurrió así con la psiquiátrica, dada la escasa dotación de personal y medios en las unidades psiquiátricas de los hospitales que tradicionalmente han existido».
Dos protocolos de trabajo
El tratamiento psiquiátrico, a partir de los grupos de los hospitales, se realizará según el criterio de cada hospital, si bien teniendo en cuenta los protocolos clínicos que se están elaborando, explica el doctor Soria. «Dadas las distintas procedencias y escuelas de los psiquiatras, se trata de conocer un criterio común». En este sentido, se trabaja en dos protocolos: el Goldberg, que se ha validado en España y para el que se ha contado con la colaboración del Instituto Provincial de la Salud Mental, de la Diputación madrileña, «que tiene los mejores expertos en epidemiología psiquiátrica», y que es un cuestionarlo para establecer una puntuación indicativa de alteración de la salud mental; y el método DSM, de origen norteamericano y extendido también en Europa, el cual es una clasificación de enfermedades mentales y sus procesos, realizada. mediante ordenación electrónica por computador de los historiales clínicos de los pacientes, trabajo este centralizado en el hospital Ramón y Cajal.
Según José Soria, «queremos intentar otra vía de actuación, a nivel general, para lo cual tendríamos que contar con la Prensa y ver en qué momentos determinados la información tiene que: ser utilizada como medicina».
Al respecto de esta idea, la comisión psiquiátrica ha sometido a debate con un grupo de periodistas el único informe psico-psiquiátrico realizado hasta ahora sobre los efectos psicológicos del síndrome tóxico. Es un informe elaborado por el Hospital del Niño Jesús, del que se desprende la existencia de una relación entre las informaciones facilitadas por algunos medios de comunicación y la angustia padecida por los afectados del síndrome.
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