La crisis polaca centró los debates de la sesión final de esta fase de la Conferencia de Seguridad de Madrid
La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se celebra desde hace más de trece meses en Madrid, suspendió nuevamente ayer sus trabajos hasta el prá,ximo día nueve de febrero. Durante la larga sesión plenaria celebrada ayer, los países occidentales, incluida España, criticaron con dureza los recientes acontecimientos de Polonia y el delegado polaco intervino para pedir "menos consejos y más asistencia económica" para so país.
El jefe de la delegación española, Javier Rupérez, dijo en una conferencia de Prensa que los sucesos de Polonia han influido gravemente en el desarrollo de la Conferencia de Madrid y que, de no haberse producido, la reunión habría llegado a la pausa navideña con un acuerdo básico sobre el documento final.Rupérez aludió de forma directa a la situación polaca en su discurso ante la sesión plenaria y expresó el deseo y la esperanza de que el pueblo polaco "pueda recuperar el pleno sentido del proceso de renovación en que libremente se había embarcado". El delegado español citó la resolución sobre Polonia aprobada el jueves por el Congreso de los diputados español, y señaló que "el respeto de los derechos humanos es un factor fundamental para el desarroflo de las relaciones amistosas entre los Estados. La supresión por la fuerza de esos derechos, la adopción de medidas represivas, los internamientos, constituyen todos aspectos de una realidad que desearíamos ver pronto y definitivamente desaparecida de las prácticas del actual Gobierno polaco".
Para Javier Rupérez existen ciertas posibilidades de llegar a un acuerdo tras la reanudación de la Conferencia de Madrid, en febrero, "siempre y cuando no ocurra lo irreparable, como seria una intervención soviética", lo que significaría "el fin del proceso iniciado en Helsinki".
Otros países occidentales, como Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Bélgica, Noruega y la República Federal de Alemania, criticaron en la sesión plenaria de ayer los sucesos de Polonia, lo que obligó al delegado polaco a intervenir brevemente, utilizando el derecho de réplica, para pedir "menos consejos y más comprensión y asistencia económica".
El jefe de la delegación norte-
americana, Max Kampelman, denunció como violaciones del Acta Final de Helsinki los actos represivos de las autoridades militares polacas y lamentó el retroceso "en el movimiento del pueblo polaco hacia urna sociedad más abierta y más justa".
Criticó Kampelman también a la URSS, porque e,, "muy difícil creer que estos actos de agresión contra el pueblo pol;aco se hayan podido realizar sin el pleno conocimiento y respaldo de la Unión Soviética".
"Campado tendenciosa"
Eljefe de la delegación soviética y vicemínistro de Asuntos Exteriores, Leónidas Ilichov, intervino ante el plenaria para decir que es el momento de ayudar económicamente a Polonia. Ilíchov criticó a "cierta Prensa occidental" por "magnificar los acontecimientos de Polonia" y llevar a cabo una "campaña tendenciosa e intolerable, que es una injerencia en los ;asuntos internos de un país signatario del Acta Final de Helsinki".
El delegado soviético aseguró que su Gobierno enjuiciará con un "espíritu constructivo" el proyecto de documento final redactado por los países neutrales y no alineados, a partir de lébrero.
La CSCE se reanudará tras la pausa navideña, aunque el desarrollo de los acontecimientos de Polonia en las próximas semanas será determinante para. el futuro de la misma, según coinciden en señalarlos delegados eccidentales. Los gastos de la reunión de Madrid se pagan de manera proporcional entre los 35 Estados miembros. España contribuye con algo menos de un 4%, aunque debe pagar los gastos de seguridad. Las delegaciones asistentes han elogiado e.n varias ocasiones la hospitalidad española y la organización técnica de la reunión de Madrid de la Conferencia de Seguridad.
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