Luis de Pablo estrena "Sonidos de la guerra", sobre un poema de Vicente Aleixandre

Esta noche, a las diez, se celebra en el teatro Real un concierto patrocinado por la Cruz Roja Española y el Banco Exterior de España, bajo el título Música para la paz. Los coros y orquesta del grupo Koan, dirigidos por José Ramón Encinar, interpretarán Cantos de cautividad, de Luigi Dallapíccola, y, en estreno mundial, Sonidos de la guerra, obra escrita por Luis de Pablo, sobre un poema de Vicente Aleixandre incluido en el libro Diálogos del conocimiento, por encargo de la Cruz Roja. Entre una y otra partitura, Pedro Corostola toca la tercera suite, para violonchelo, de Juan Sebastián Bach.

En Sonidos de la guerra, Luis de Pablo intenta expresar la nada que sigue a toda violencia. A pesar del título, no existe en la obra el menor ánimo descriptivista -nada de estruendos guerreros, ni dominantes ni aludidos-, sino un deseo de profundizar en los sentimientos que despierta el hecho negativo de la guerra. Como consecuencia, prosiguiendo una línea cultivada por el compositor en sus últimas creaciones, resplandecen en Sonidos de la guerra los valores de la melodía (empleada con criterio contemporáneo) y la belleza sonora en un total de casi media hora de duración, que puede incluirse en lo que muchos denominan música biensonante. Luis de Pablo ha grabado ya su composición en disco, interpretada por los solistas y conjuntos que hay la ofrecen al público: Ana Higueras, soprano; Manuel Cid, tenor; Pedro Corostofa, violonchelista; coros y orquesta Koan, con Encinar como director. El importante papel de narrador, que en la grabación corre a cargo de José Luis Gómez, lo interpreta hoy Francisco Valladares.

Claridad

Antes de comenzar el último ensayo, hablamos con Luis de Pablo: «Estoy muy contento de la marcha de los ensayos. La obra sale bien, con claridad y calidad. Relativamente ha constituido para mí una sorpresa escuchar m obra sin solución de continuidad, ya que, durante la grabación discográfica, como es sabido, las necesidades de la técnica obligan a una interpretación fragmentada con lo que la atención se diluye en el detalle y pierde de vista la construcción general. La carpeta del disco, editado por RCA, incluye, con gran satisfacción por mi parte, ilustraciones de Tàpies y Chillida. Espero que Sonidos de la guerra signifique, dentro de la campaña de promoción de los derechos humanos, un aviso, una honda reflexión sobre las únicas consecuencias posibles de la violencia: la destrucción, el vacío, la desolación».