El nuevo director del Museo de Arte Contemporáneo quiere crear "un Prado moderno"

«Vamos a hacer del Museo Español de Arte Contemporáneo un centro que represente el arte español de nuestros días, con toda la carga conflictiva y polémica que esto comporta». Este deseo programático de Alvaro Martínez Novillo, nuevo director del museo, que ayer tomó posesión de su cargo, es también compartido por los miembros del patronato de dicho centro, presidido por el pintor Eusebio Sempere. Martínez Novillo quiere hacer del centro que pasa a dirigir «un Museo del Prado del arte moderno».

Director y patronato analizaron ayer, en una primera reunión, las condiciones que deben cumplirse a corto y medio plazo para hacer de este centro un foco de referencia obligada a las artes plásticas contemporáneas españolas, algo así como el equivalente al Museo del Prado, pero en pintura moderna.El intento de recuperación de este museo, construido en 1975 y abandonado después a una vida cultural de escasa resonancia, lo inició el año pasado el subdirector, Juan Antonio Aguirre, quien impulsó no sólo las exposiciones que serían patrocinadas por la Dirección General de Bellas Artes, sino también otro tipo de actividades culturales actuales, con el fin de atraer a un público masivo y también universitario. Paralelamente se nombró un patronato que, bajo el mandato de Eusebio Sempere, ya ha comenzado a funcionar, por lo menos en niveles de asesoramiento.

La voluntad definitiva de transformación del museo ha quedado patente -según explicó el director general de Bellas Artes, Javier Tusell, que dio posesión de su cargo al nuevo director del centro con la exposición antológica conmemorativa del centenario del nacimiento de Picasso. «Se puede decir», añadió Tusell, «que hemos asistido al acta de defunción de lo que algunos han llamado con ironía, pero con bastante razón, «el Museo de Arte Arqueológico Español Contemporáneo».

Alvaro Martínez Novillo, hasta ahora subdirector general de Artes Plásticas, departamento en el que ha desarrollado una importante obra de aproximación a los pintores actuales, se presenta como un director «constitucionalista», en el sentido de que viene a actuar según los criterios del patronato. «Hay que recuperar el sentido de institución que tuvo, por ejemplo, en 1931 el entonces llamado Museo de Arte Moderno», dice Alvaro Martínez Novillo.

El nuevo director del museo, que, según él, llega en unos momentos inciertos y con muchas incógnitas, dijo ayer que el éxito de su gestión y del museo depende básicamente de tres factores. En primer lugar, y esto es lo más importante, del apoyo y aportación de los artistas jóvenes; en segundo lugar, del apoyo de la Administración para que en él se llegue a conseguir la mejor colección de pintura española contemporánea, y en tercer lugar, el apoyo de todo el equipo que pertenece al museo.

De la primera reunión del nuevo director con los miembros del patronato se ha desprendido el firme deseo de ambas partes de «conseguir el equivalente al Museo del Prado, pero en pintura contemporánea».

La actual colección del Museo Español de Arte Contemporáneo será reclasificada de tal manera que algunos de sus cuadros pasarán al Museo del Prado y otros pasarán a otras dependencias a fin de dar cabida a una colección auténticamente representativa de los artistas contemporáneos con aportaciones de las mejores obras de éstos.