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La Junta militar argentina cesó al presidente Viola, cuyo Gobierno dimitió en pleno ayer

La Junta Militar argentina, órgano supremo del Estado, relevó al general Roberto Viola de su cargo de presidente de la República, sustituyéndole por el general Leopoldo Galtieri, comandante en jefe del Ejército, que retiene ese cargo.

El nuevo presidente, un autoritario militar sin fama de político -al contrario que Viola-, de 55 años, de quien se dice que una de sus máximas pasiones es llevar el tecnicismo a las Fuerzas Armadas, se perfila como liberal, y es proclive a la alineación de Argentina con Estados Unidos, donde tiene raíces profundas.Después de los cabildeos de ritual, la Junta anunció en un comunicado su decisión, ante la férrea determinación de Viola de seguir al frente del Ejecutivo, de que Galtieri asumirá la Presidencia de la República Argentina el 22 de diciembre, y, no la dejará hasta el 29 de marzo de 1984, si es que antes no lo derroca un golpe palaciego.

El Gabinete de Viola ha dímitido en pleno, lo que deterininó que hubiera que buscar a toda prisa a alguien que haga de presidente interino hasta el día 22, ya que el general Horacio Liendo, ministro del Interior a cargo de la Presidencia, está incluido en la lista de dimitidos. La Junta nombró presidente interino al alinirante Carlos Lacoste, ministro de Acción Social, con lo que Argentina habrá tenido cinco presidentes cuando termine el año: Jorge Videla, que fue sustituido en rnarzo por Roberto Viola, a quien reemplazó temporalmente Horacio Liendo, y que a su vez fue sustituido por Lacoste y por último, Leopoldo Galtieri.

Galtieri es el cuadragésimo Jefe de Estado de Argentina y el séptimo presidente militar desde que se creó el cargo en 1826. Viola, con Onganía y Levingston, el tercer mandatario militar despuesto por los propios militares en los últimos doce años.

La Junta no fue muy explícita en el breve comunicado que hizo difundir por la Secretaría de Estado para la Información. Se limitó a aducir "razones de Estado" para la remoción de Viola y a citar un artículo del estatuto del "proceso militar" que habilita a la Junta a deponer a un presidente. No especificó cuáles son las "razones de Estado" en cuestión.

Viola, por lo menos, se salió con la suya en el sentido de que no renunció. Lo tuvieron que deponcr. Ya había adelantado que lo sacarían de la Presidencia en "términos políticos", no médicos.

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El síndrome cardíaco de Viola, que deja el sillón de Rivadavia -el sillón presidencial- después de cumplir ocho meses de su mandato de tres años, tuvo muy poco que ver con la crisis general del país. En todo caso, la enfermedad de Viola constituyó el pretexto formal para sacarlo de la sede del Gobierno por su incapacidad frente a la crisis económica.

Galtieri tendrá que mantener la unidad de las Fuerzas Armadas por encima de todo. Y tendrá que instrumentar una politíca económíca que haga salir al país del marasmo en que está sumido, gracias a la hiperinflación, la recesión, el paro, las caídas del poder adquisitivo y, del producto interior bruto, la cada vez más creciente deuda externa y otros indicadores no menos dramáticos, a los que se suman la situación insostenible creada por los millares de detenidos desaparecidos por razones políticas y el espinoso contencioso limítrofe austral argentino-chileno por el canal de Beagle.

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