EE UU promueve en la OEA una resolución sobre El Salvador a favor de la apertura de un proceso electoral
Una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenando la intervención externa y apoyando un proceso electoral, como vía de salida a la crítica situación de El Salvador, verá probablemente la luz en los próximos días en el seno de la asamblea general de la organización americana, reunida en Castries, capital de la isla caribeña de Santa Lucía.
Promocionado básicamente por Estados Unidos, que buscó, y encontró, firmes aliados entre la mayoría de Estados latinoamericanos, El Salvador contará con el apoyo de la OEA para la convocatoria de elecciones generales en marzo de 1982, que constituyen la esperanza para el Gobierno cívico-militar, que preside Napoleón Duarte, para encontrar una salida a la crisis salvadoreña.Alexander Haig, secretario de Estado estadounidense, que marcó con su presencia y duros ataques contra Cuba y Nicaragua las tres primeras jornadas de la OEA, regresó a Washington muy satisfecho de que los líderes latinoamericanos "compartan casi unánimemente" la preocupación de Estados Unidos por las amenazas a la estabilidad que suponen, según Washington, Cuba y Nicaragua.
A pesar de la resolución de la OEA en relación con las elecciones salvadoreñas, el canciller de El Salvador, José Fidel Chávez Mena, afirmó en su discurso ante la asamblea que "mi Gobierno ha expresado que jamás negociará con grupos armados a espaldas de los salvadoreños". Expresión que hipoteca la participación real de todas las fuerzas políticas salvadoreñas en el proceso electoral.
No intervención
Sin citar a Nicaragua por su nombre, el canciller de El Salvador defendió el principio de "no intervención" y denunció que "ciertos Gobiernos" apoyan a grupos armados subversivos.Tampoco citó ni a Cuba ni a Nicaragua el embajador de México ante la OEA, Rafael de la Colina, quien diferenció sutilmente entre el sacrosanto principio de "no intervención", y la frecuencia y multiplicación de las violaciones de los derechos humanos en nuestro continente han llevado a considerar en la asamblea general el problema de la no intervención a la luz de tales hechos, que han sumido en la desesperación a millares de familias".
México, representado a nivel de embajador, cuando casi todas las delegaciones asistieron con sus cancilleres, afirmó el apoyo a los principios del proyecto franco-mexicano para una paz en El Salvador. Programa que pide "la inclusión de todas las partes" interesadas en el tema de El Salvador, en la búsqueda de solución pacífica por medio del proceso electoral. El proyecto elaborado por México y Francia nunca fue aceptado por El Salvador, ni tampoco visto con simpatías por parte de Estados Unidos y otros países latinoamericanos.
Tras el regreso de Haig a Washington, la asamblea general de la OEA parece encontrar otra vez su ritmo normal y, por cierto, un tanto adormecido en el ambiente tranquilo de las playas caribeñas. Hoy se empezará a analizar la situación de los derechos humanos en el continente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.