El Acuerdo Nacional de Empleo se cumplirá de no producirse una catástrofe exterior, según Juan Antonio García Díez

"El equipo económico del actual Gobierno tiene la intención de ser más beligerante en el Acuerdo Nacional de Empleo (ANE) y asegurar su cumplimiento, si no hay alguna catástrofe exterior que lo impida. Ello conlleva, naturalmente, asegurar que al final de 1982 exista la misma población asalariada ocupada global que la existente en el momento de la firma del acuerdo", declaró ayer a EL PAIS el nuevo vicepresidente económico del Gobierno, Juan Antonio García Diez, al ser preguntado sobre las prioridades de la política económica que abordará el Gabinete que ayer juró sus cargos.

"Ello se concretará, en lo inmediato", continuó afirmando García Diez, "en la puesta en funcionamiento de la comisión para el estudio de la Seguridad Social. Las otras prioridades del Gobierno en materia económica se fijan en paliar los efectos de la sequía y en la contención del gasto público". Estas declaraciones activas del vicepresidente económico contrastaban con el sepuleral silencio mantenido durante todo el día de ayer por la cúpula patronal, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que reunió a sus máximos órganos ejecutivos, junta directiva y comité, sin que de ambas reuniones saliese siquiera un escueto comunicado. Por otra parte, tampoco del Círculo de Empresarios se pudo lograr opinión alguna sobre la remodelación del equipo económico gubernamental.Sin embargo, a título particular y siempre con la condición de no citar nombres y apellidos, este periódico ha podido conoce el disgusto causado en medios patronales por la irresistible ascensión de García Diez -de ministro de Economía a vicepresidente económico, ocupando la silla que antes tuvieran Fuentes Quintana y Fernando Abril Martorell- y por el progreso obtenido en el equipo económico por los socialdemócratas, con la incorporación de Rodríguez Miranda a la cartera de Trabajo y Seguridad Social, y de Luis Gámir a la de Transportes, Turismo y Comunicaciones. Miembros destacados de la CEOE han mostrado ostensiblemente en varias ocasiones el disgusto por el predominio de los socialdemócratas en los sucesivos Gobiernos, e incluso algunos de ellos llegaron a pedir explícitamente que abandonaran UCD.

Cuando el grupo de Férnandez Ordóñez se desligó del partido en el Gobierno, se consideró este hecho como un triunfo de las presiones empresariales sobre el grupo político que preside Calvo Sotelo. Aquel triunfo se agua ahora al redistribuirse las carteras económicas con un criterio más compacto ideológicamente. Fuentes de UCD informaban ayer que la verdadera batalla para el reajuste ministerial se había dado en el equipo económíco, sobre el que la plataforma moderada había intentado acampar con más fuerza, desplazando de él a García Diez y sus hombres, y contando con el apoyo fáctico de la CEOE.

La situación creada ahora aleja, al menos teóricamente, a Calvo Sotelo y a UCD de los poderes económicos institucionales "Podría ocurrir", explicó un empresarío bastante representativo, "que los votos y la fuerza económica de los empresarios sufriesen un corrimiento hacia la derecha en las próximas elecciones, abandonando a la actual UCD". El intento de evitar un enfrentamiento más rotundo y la negativa personal de Carlos Bustelo y Mariano Rubio a entrar en el Gabinete han sido factores decisivos que han impedido la presencia de ambos en el Gobierno. (Bustelo prefiere continuar su labor en el Instituto Nacional de Industria, así como Mariano Rubio de subgobernador del Banco de España, puestos protocolariamente de segunda línea pero de primera importancia en la política económica nacional).

El presidente de las Cámaras de Comercio, José María Figueras, declaraba a Europa Press que "el actual cambio, no es tal cambio y pocos comentarios se pueden hacer al respecto". Javier González Estéfani, vicepresidente de CEOE.y presidente de los pequenos y medianos empresarios, señaló que siempre se ha abstenido de enjuiciar a las personas que están en el Gobierno.

Movilizaciones de las centrales

Las centrales sindicales más representativas, CC OO y UGT, tomaron actitudes muy críticas respecto al nuevo Gobierno, al que descalificaron casi globalmente. En lo referido al equipo económico, Antonio Gutíerrez, de Comisiones Obreras, declaró que "un Gobierno como éste no es de cooperación democrática con amplia base parlamentaria, y, por tanto, le será muy difícil hacer frente a la crisis económica y, por supuesto, al reto del ANE". José María Zufiaur, de UGT, aprovechó la ocasión para afirmar que la CEOE va a seguir neutralizando la actitud del Gobierno respecto al ANE", añadiendo que este último "va a ser poco beligerante en el cumplimiento del ANE; hará un cumplimiento formal sustentado en una política económica muy de derechas".Los sindicatos parecen dispuestos a presionar al nuevo Gabinete para que impulse un cumplimiento a fondo del Acuerdo Nacional sobre Empleo, "máxime viendo las últimas cifras de paro publicadas". Según Zufiaur, si persiste la actitud de la patronal, la próxima negociación colectiva va a ser "tremendamente dura". Por lo pronto, ambas centrales han decidido movilizar a los trabajadores próximamente en defensa del empleo, en las principales ciudades españoles. La concreción de dicho plan de movilizaciones se hará manana en una reunión conjunta de ambos sindicatos.

"Socialdemócratas asilvestrados"

Las reticencias sobre la solvencia del equipo económico para salir de la crisis -aunque de distinta naturaleza en la interpretación de patronal y centrales- se corroboran en las manifestaciones de diferentes economistas consultados por este periódico, adscritos de forma amplia al llamado centro sociológico. Las críticas más duras provienen del sector socialdemócrata que capitanea Fernández Ordóñez. Uno de esos economistas denominó a los ministros económicos "socialdemócratas asilvestrados". "Este Gobierno", afirmó, "es comparable al cambio de jefes de sección en el FORPPA. Se puede hacer un Gobierno con algunas jóvenes promesas, pero no un Gobierno de dieciséis jóvenes promesas.Ser ministro se está convirtiendo en un curso de formación acelerada". Esta dureza en la opinión no es compartida en muchos casos. Otro economista expresó que, a pesar de lo que se está diciendo, "este Gobierno es de los más progresistas que ha habido, pensando en las familias que componen UCD. Sin duda, no es un Gobierno de transición, sino para presentar a elecciones, con una imagen del partido en el Gobierno progresista y reformadora, y no unida a la gran derecha, que tan pocos votos ha obtenido en elecciones anteriores".

Por último, en cuanto a reacciones del mundo económico, un alto dirigente bancario del club de los "siete grandes" definió a EL PAIS el cambio habido con una frase muy gráfica: "Esta obra de teatro es muy buena, pero creo que ya la he visto", considerando asimismo injusto que las cuatro bolsas españolas hubieran cotizado a la baja el cambio de Gabinete.

Sequía y Seguridad Social

Al margen de las declaraclones de García Diez, otros tres miembros del equipo económico hicieron algunas declaraciones ayer. Ignacio Bayón, ministro de Industria y Energía que continúa, y una de las personas que escapan a la etiqueta socialdemócrata, explicó la continuidad de la política económica a seguir, y añadió: "Por lo que se refiere a mi departamento, sólo puedo decir que en la política industrial seguiremos afrontando los problemas, que no son pocos, de nuestras estructuras productivas, para hacer que las empresas sean más competitivas y menos dependientes de la tecnología exterior".El nuevo titular de Agricultura, José Luis Alvarez Alvarez, la otra excepción socialdemócrata, confirmó la dedicación que se va a dar en cuanto a paliar los efectos de la desastrosa sequía, matizando la nueva competencia señalada a su Ministerio: la alimentación ("se mejorará la calidad y la educación del ciudadano como consumidor"). Por último, Rodríguez Miranda destacó que "mi lema es que haya una Seguridad Social más barata para todos los españoles".

No se cree que, como en anteriores crisis de Gobierno, haya ahora una cascada de renovaciones de mandos intermedios en los distintos ministerios, aunque se especula sobre quién será el "hombre de confianza" de García Diez dentro de la misma vicepresidencia económica. La mayoría apostaba por Luis María Linde.