La izquierda denuncia la tendencia a la privatización de la enseñanza

El Pleno del Congreso rechazó las enmiendas a la totalidad socialista y comunista del presupuesto del Ministerio de Educación y Ciencia para 1982, cuyo importe es de 485.365 millones de pesetas. Los enmendantes criticaron duramente la política educativa del Gobierno, y concretamente el aumento de las subvenciones a los centros privados, que conduce a la privatización de la enseñanza. Las enmiendas fueron rechazadas por 116 votos favorables, 175 en contra y once abstenciones.El diputado socialista Manuel Gracia consideró que los fondos públicos destinados a Educación para 1982 son radicalmente insuficientes. Concretamente recordó que la construcción de plazas escolares en EGB sólo cubrirá el 60% de las necesidades. Censuró también el incremento desmedido e incontrolado de las subvenciones a la enseñanza privada, superior este año al 15%.

La comunista Eulalia Vintró dijo que el ministro ha incumplido sus promesas de información sobre los programas presupuestarios y calificó las subvenciones a la enseñanza privada de escándalo. Insistió en la necesidad de dotar de profesores adecuados para las asignaturas especiales a los centros docentes. Estimó improcedente entregar sobresueldos con la excusa de la investigación.

Tras una intervención desdibujada y ambigua del diputado centrista Mariano Abierta, duramente replicado por los dos diputados de la izquierda, el ministro de Educación y Ciencia, Juan Antonio Ortega, trató de neutralizar las críticas a su departamento, calificándolas de exageradas y excesivamente irritadas. Manifestó que no existe una privatización del sistema educativo, y en este punto fue replicado por Manuel Gracia, quien reiteró los datos aportados y ratificó su criterio de que existe una tendencia a la privatización.