En torno al pacifismo
Es innegable que el pacifismo tiene la grandeza de todas las causas justas. Por ello, no es extraño que la llamada del propósito abstracto de la paz arrastre muchedumbres, sobre todo, en un tejido social tan sensibilizado como el europeo, con experiencia de sangrientos conflictos y ubicado en el intermedio de las dos grandes potencias, en la tierra de nadie de su dialéctica de poder.Pero, precisamente por tratarse de un valor tan preciado, no es lícito someter la paz a manipulaciones simplistas. Por ello, es preciso dar realce a la idea de que, si hurgamos en la entraña histórica e intelectual de Europa, no hallaremos justificación ética ni política, ni tan siquiera cultural, para resignarnos a la pasividad, a la absorción por el bloque del Este a cambio de la paz. El primer valor, antes que cualquier otro, es, sigue siendo, la libertad.
Por tal motivo, el pacifismo, que nosotros sí querríamos impulsar habría de ir mucho más lejos que la simple renuncia a todo militarismo: si de verdad se quisiese dar alas a una nueva noción de Europa, habría que urgir el nacimiento de una solidaridad positiva y creadora que pusiese en crisis la propia política de bloques por la única vía que hoy parece practicable: la de la distensión. Un movimiento pacifista de esta naturaleza debería renunciar a distinguir entre armas buenas y armas malas -soviéticas y norteamericanas, para entendernos-, entre guerra justa e injusta. Debería incitar un rechazo total contra toda forma de violencia; debería traducirse en unos comportamientos políticos que no tuviesen ninguna indulgencia con los violentos, aunque les asistiese la razón. ( ... )
17 de noviembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Nigeria tras las amenazas de Trump por los asesinatos de cristianos
Se eleva a 10 el número de fallecidos al volcar un autobús en Veracruz
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación




























































