_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Serenidad y exceso

Se mantiene y acrecienta el clima entusiasta en torno al ciclo beethoveniano de Barenboim y la Orquesta de París. El domingo escuchamos en el Real las sinfonías cuarta, quinta, Pastoral y, séptima, tan contrastadas en su variedad esencial como unificadas en sus raíces ideológicas.De las dos jornadas queda un recuerdo que supera cualquier otro: la Pastoral. Parece imposible que un intérprete de la edad de Barenboim pueda alcanzar semejantes cotas de serena madurez. La Pastoral era, para Ravel, el «milagro beethoveniano»; para todos, un problema interpretativo de mayor cuantía, pues, a pesar de lo que tantas veces se diga, el mensaje de la Sexta sinfonía se transmite muchas veces en tonos superficiales.

Teatro Real

Ciclo Beethoven.Orquesta de París. Director: David Barenboim. Sinfonías cuarta, quinta, «Pastoral» y séptima. 15 y 16 de noviembre.

Hay que empezar por crear unas determinadas calidades sonoras, en las que la luz y la perspectiva razonen y justifiquen cada pasaje. Hay que controlar con firmeza el tempo y sus variantes -ese juego clave entre impulsar y retener-, hay que embridar la intensidad para que el romanticismo beethoveniano no parezca, como se temía Fürtwaengler, demasiado exaltado y aterrorizador.

Los mundos sosegados, flexibles, de rigurosa lógica contemplativa, hacen de la Pastoral un largo poema a partir de ideas puramente musicales nacidas de sentimientos humanísticos. Todos los movimientos de la Pastoral quedaron articulados dentro de una amplia unidad conceptual con idéntica fuerza que los distintos temas «viven su vida recíproca, cual si se tratara de personajes de un drama» (Fürtwaengler).

Frente a la quinta y, la séptima -y hasta frente a la cuarta-, el cuadro interpretativo, bien pensada, se vio realizado con desmesura, yo diría desaforadamente. Bien sé que una orquesta en gira no es lo mismo que una que actúa en su ciudad, obediente a un ritmo ordenado de trabajo. De otra manera no se explicarían las velocidades de algunos movimientos, la fractura del equilibrio entre las partes o la falta de control dinámico.

Por ser Barenboim quien es y poder cuanto puede, valen la pena estas anotaciones que, a buen seguro, el propio maestro habrá sido el primero en advertir y explicarse. Escribimos sobre tan altos niveles, a propósito de un ciclo acogido por todos en su dimensión excepcional, que supone contrariedad ver mínimamente disminuidos los valores de Barenboim y hasta su misma naturaleza, tan sutil y refinada como se mostraba hace unos días en París interpretando al plano, con los solistas de su orquesta, el primer cuarteto de Fauré. Son mundos distintos, ya lo sabemos; pero por el rigor de la exigencia acústica impone sus leyes y medidas, cualquiera que sea la música abordada.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_