La Prensa española es cada vez menos independiente del poder político, según Juan Luis Cebrián
«La Prensa en España es cada vez menos independiente del poder político. A partir del 23 de febrero, tanto el Gobierno como otros grupos políticos, entre ellos la oposición, parece que son arrastrados por un movimiento de pánico ante lo que consideran el poder de los medios». Esta es una de las ideas que desarrolló ayer Juan Luis Cebrián, director de EL PAIS, en la sede del Consejo de Europa, de Estrasburgo, ante más de cuatrocientos periodistas que asistieron a un debate internacional sobre El porvenir de la Prensa, organizado en el marco del I Congreso del Cine y de la Prensa, que se clausura hoy en esta ciudad francesa.
Juan Luis Cebrián compartió la mesa de la ponencia sobre Prensa y poder político con Flora Lewis, corresponsal del New York Times; Françoise Giroud, periodista y escritora; Charles Gombault, ex director de France-Soir, François Kahn, director de Nouvelles Litteraires; Yvan Levai, periodista de Europe- 1, y Fritz Hondius, presidente del comité de dirección de medios del Consejo de Europa. Entre los asistentes al debate se encontraba también José Luis Messía, embajador representante permanente de España ante el Consejo de Europa.Según el director de EL PAIS, la independencia de la Prensa atraviesa por dificultades en los últimos tiempos en España, debido, sobre todo, a una reforma del Código Penal que supone la posibilidad de cerrar un periódico antes de que exista una sentencia judicial. Por otra parte, el Gobierno controla la Prensa a través de los periódicos estatales, todavía existentes, y por medio del sistema de subvenciones que, de alguna forma, se presenta como un sistema de presión directa o indirecta. Además, existen otros casos de sobornos a periodistas, de utilización de fondos de reptiles o, simplemente, la práctica de una especie de funcionariado periodístico.
El caso de Televisión Española
La presión del Gobierno ha llegado a un punto álgido, según Juan Luis Cebrián, en el caso de Televisión Española, ya que el Gobierno ha obligado a dimitir a un director a quien no podía cesar, según la ley. «Parece que el miedo a un nuevo golpe militar y la proximidad de las elecciones, así como el debate sobre la entrada en la OTAN, han inducido al Gobierno a nombrar un nuevo director, que es de los más afamados entre los censores de la cultura franquista».Juan Luis Cebrián admitió que no se puede gobernar sin presión, «ya que la democracia es un espectáculo de intereses en conflicto», pero lo que tampoco se debe admitir es «la represión sobre la Prensa», puesto que va en contra de las leyes. «La Prensa debe permanecer, a pesar de todo, como un sistema de contestación al poder».
Los problemas de la Prensa en Europa, y más concretamente en Francia difieren muy poco de los que se han reseñado sobre España. Hay que hacer la salvedad de que en el resto de países de Europa el poder de la Prensa tiene una mayor base económica y política, pero las presiones son también constantes. Este hecho preocupa, por otra parte, al Consejo de Europa, como explicó el director de los medios de este organismo, Fritz Hondius.
Las discusiones en torno a Prensa y poder económico se centraron en torno a cuatro puntos fundamentales: el poder de los propietarios de la Prensa, el de los anunciantes, la influencia de la concurrencia de los otros medios y el papel económico que ejerce o puede ejercer el Estado. Jean Louls Servan Schreiber, director del grupo editorial L'Expansion, sintetizó las preocupaciones de estos expertos señalando que la causa más grave de la actual crisis generalizada de la Prensa es la competencia de los medios audiovisuales. «Los periódicos, que hace cincuenta años tenían el monopolio de la información, se encuentran ahora bajo la amenaza de desaparecer, debido a la competencia de la radio y la televisión, medios que se apoyan en una técnica mucho más evolucionada y que, por otra parte, afecta de una manera decisiva a la independencia de la Prensa».
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