La antidemocrática
y vergonzante patada con que el Gobierno y UCD han despedido a Fernando Castedo de la Dirección General de RTVE fue acogida con jolgorio y aplausos por la CEOE y la CECE (equivalencia a los enseñantes confesion.ales)... y por Abc, que pedía en un editorial una "televisión divertida". La euforia se incrementó al con.ocer que el sucesor en Prado del Rey es Carlos Robles Piquer, de viejo cuño franquista, familiar y políticamente unido a Fraga Iribarne, fino orador de prosa imperial, como dePasa a la página 10
Viene de la página 9
mostró en el discurso retórico de toma de posesión del Ente.
El presidente Calvo Sotelo, rompiendo el espíritu del Estatuto de RTVE y algún pacto secreto con los socialistas sobre la estabilidad y la gobernabilidad de RTVE, ha terminado fulminantemente con el frágil Castedo, un hombre sin coraje y sin la suficiente valentía política para servir al Estado de manera distinta a esta humillación que los ciudadanos acabamos de padecer (una más ... ). Si las consecuencias del 23+ habían impedido que Castedo -colocado ahí por Adolfo Suárez- saliera antes de tan importante despacho, después de una perfecta faena de tiro de feria. a discreción y de intoxicación informativa, Calvo Sotelo ha obligado a Castedo a marcharse. Es la respuesta política al estrepitoso fracaso de UCD en Galicia (que se hará extensivo al resto en la primera llamada electoral que se convoque, como se ha venido hundiendo. en las elecciones autonómicas) y al marasmo interior de un partido que es hoy pura entelequia y simple arribismo político, que acabará desintegrándose, a pesar de que quieran dominar el control de un medio de comunicación tan influyente en las masas como es la televisión. Ha sido la carnaza fresca ofrecida a la intransigencia del poder empresarial, tan crítico de los próximos Presupuestos Generales y tan juguetón con el ANE, y a esas mentes hipócritas, asustadas por el ingenuo programa de Carmen Maura o algunas intervenciones en Mano a mano.
Funcionando como en el pasado, con los mismos reflejos autoritarios que antes (al fin y al cabo, la mayoría de nuestros gobernantes proceden de la fidelidad franquista, más el reciclaje forzoso a la democracia constitucional), la cultura y la información solamente serán patrimonio de estos señores del irrisorio centro-centro o de determinados grupos sociales, económicos e ideológicos. Quieren una televisión del miedo y la intolerancia, de la desinformación, vetada a numerosos españoles y propiciadora del fértil negocio mercantil que adivina el futuro de las televisiones privadas. Los errores y despistes de la época Castedo, los desequilibrios dentro de la propia casa y en la misma programación (Lápiz y papel sigue, los programas culturales se fueron ... ),las luchas políticas dentro y fuera del Consejo de Administración de RTVE, han trucado también. esta emperifollada tarta cumpleañera del centenario de Pablo Picasso. Causa risa trágica ver y oír a presidente y ministros referirse al Guernica, lo muy demócratas que son, cómo hablan de tolerancia y de grito contra los horrores a propósito del famoso mural, y mirar luego a nuestro. alrededor: cómo nos van a llevar a la fuerza al militarismo nuclear de Reagan, robándole al país su legítima opinión sobre el ingreso en la Alianza Atlántica. ¿Qué diría Picasso viendo todo esto? El mismo día que su famosa obra era enseñada por primera vez en España, de donde estaba ausente hasta que no hubiera condiciones democráticas en la vida española, el Gobierno dinamitaba un mínimo y modesto intento de hacer una televisión pluralista, libre, viva y con inquietudes; una televisión de todos, no de los cenagosos intereses que se han apropiado de la Administración del Estado, del Estado, de los españoles y de nuestras vidas./
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