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Una bomba del IRA hiere muy gravemente a un teniente general del Ejército británico

Andrés Ortega

El teniente general sir Steward Pringle, comandante de los marines reales británicos, fue herido muy gravemente ayer al estallarle una bomba en su coche, en Londres. En un comunicado difundido desde Dublín, el IRA (Ejército Republicano Irlandés) provisional ha reivindicado el atentado, a consecuencia del cual ha tenido que serie amputada una pierna al general Pringle. Este grupo parece decidido a incrementar sus operaciones fuera del Ulster, una vez finalizadas las huelgas de hambre de sus militantes en la prisión de Maze, en la capital de Irlanda del Norte.

La primera ministra británica ha hecho un llamamiento a la "vigilancia general" tras el atentado Thatcher dijo que es "absolutamente vital que todo el mundo esté vigilante e informe de cualquier cosa inhabitual observada". La líder conservadora se mostró "profundamente inquieta".Sir Steward Pringle, miembro de la nobleza británica en una línea que se remontaba más de tres siglos en la historia, tiene 53 años de edad y una brillante carrera militar tras él. En la actualidad estaba al mando de la Infantería de Marina y a principios de la década de los setenta había servido por dos veces en Irlanda del Norte.Hacia las 11.30-hdras de ayer, el teniente general salió de su casa, el el barrio de Dulwich, al sur de Londres. Pocos metros después de arrancar, su Volkswagen rojo hizo explosión, hiriendo asimismo, sin gravedad, a una mujer. Al principio, un portavoz de la policía dio a Pringle por muerto, pero la noticia resultó ser falsa. El general estaba aún consciente.

Curiosamente, su perro labrador, que le acompañaba, salió ileso. Los bomberos lograron sacar a Pringle de su vehículo, aún humeante, y una ambulancia lo trasladó al hospital King's College, donde fue intervenido quirúrgicamente a causa de heridas graves. El último parte médico describía su estado clínico como estable, tras haber perdido mucha sangre.

El atentado de ayer recuerda al que en marzo de 1979, semanas antes de las últimas elecciones generales, le costó la vida a Alrey Neave, estrecho colaborador de Margaret Thatcher y portavoz conservador para asuntos de Irlanda del Norte. El coche de Neave quedó destruido al salir de la Cámara de los Comunes por una bomba plantada por el INLA, el Ejército de Liberación de Irlanda del Norte, una facción rival del IRA.

El intento de asesinato del general Pringle es el primero, en la historia reciente, contra un alto mando militar británico en el Reino Unido. El sábado pasado, un comando de provisionales del IRA hizo explosionar una camioneta cuando pasaba un autobús de soldados de la guardia irlandesa frente a un cuartel del barrio londinense de Chelsea. Dos personas resultaron muertas y cuarenta heridas.

La brigada antiterrorista de Scotland Yard temía una ola de atentados en la capital británica, obra de los paramilitares republicanos norirlandeses, y sus temores parecen confirmarse con el atentado de ayer. Una vez terminadas las huelgas de hambre en el Ulster, estos grupos están decididos a romper su relativa tregua en el Reino Unido.

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En Irlanda del Norte, por otra parte, los asesinatos intersectarios se han multiplicado esta pasada semana. En seis días ha habido cuatro atentados contra católicos y uno contra un miembro del UDA (Asociación para. la Defensa del Ulster, protestante). Ayer una bomba hizo explosión en un club de golf de la ciudad de Newcastle, en el condado de Down (Ulster), sin causar víctimas.

Las organizaciones paramilitares -republicanas y lealistas- parecen entrar en un período de ajuste de cuentas, hasta hace poco contenido por la tensión provocada por las huelgas de hambre.

Estos últimos acontecimientos alejan, por el momento, las esperanzas de una distensión en el Ulster.

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