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Una encuesta confirma la independencia de la mujer sueca en la vida sexual

Un informe sobre la vida sexual de las mujeres suecas, al que se le asigna una repercusión similar a la alcanzada por el Informe Hite en 1977, acaba de ser publicado en un libro por las licenciadas en Psicología, Maj-Briht Bergstram-Walans, sueca, y la danesa Helle Hopfner Nielsen.

El cuestionario empleado, conteniendo 47 preguntas de la más diversa índole en materia sexual, es el mismo que usará la norteamericana Shere Hite en su informe. Seiscientas dos mujeres, en su mayoría entre veinte y cuarenta años, contestaron abiertamente sobre todos los aspectos de la investigación.

La primera conclusión es que la mujer sueca ha alcanzado una gran independencia del hombre para obtener sus objetivos de satisfacción sexual. Esto no significa que quiera prescindir de aquél, sino de tener sus propias iniciativas. Muchas de las encuestadas entienden que el orgasmo es algo que no tienen que esperar pasivamente como un regalo del hombre, sino como algo que ellas mismas deben trabajar por lograr en el transcurso del acto sexual.

En cierta medida, esta independencia tiene relación con el hecho de que ninguna mujer sueca depende del hombre para cubrir sus necesidades económicas. Pero también tiene causas más profundas, como lo es, una generalizada ausencia de tabúes respecto al sexo que desde muy temprano tiene la mujer sueca.

El informe muestra también que la mujer sueca tiene un nivel de fantasía y comprensión de la vida sexual superior al del hombre. Muchas relatan distintos tipos de relación con diferentes hombres. Algunas, por ejemplo, tienen una buena relación intelectual con su compañero, pero sexualmente funcionan, mejor con otro. Casi un 90% acepta gustosamente relaciones al margen de su compañero estable -marido o amante-, y en muchos casos el asunto es comunicado a éste y aceptado.

Un 81% admite masturbarse frecuentemente y alcanzar el orgasmo por ese medio. Otras, sin considerarse lesbianas, declaran haber tenido relaciones con otras mujeres, con resultados diferentes a la relación heterosexual, pero igualmente satisfactorios.

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