_
_
_
_
Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Pesadilla de Cervantes

.Se supone que una cuadrilla de diablos, fingiéndose actores, atormentan la agonía de Cervantes -«puesto ya el pie en el estribo, y con ansias de la muerte ... »- representando ante él sus entremeses de una manera distorsionada, en forma de pesadilla.

Más allá de esta suposición, lo que queda es simplemente una distorsión y una pesadilla de unos textos que, si no fueron gloriosos en su tiempo -Cervantes mismo se quejaba en su famoso y doloroso prólogo, y en su dedicatoria al duque de Lerma, de que los farsantes no los querrán representar-, por lo, menos no tenían «necedades patentes y descubiertas», que tenían «el verso que piden las comedias» y «el lenguaje propio de las figuras que en ellos se íntroducen» -sigo citando a Cervantés.

El gusano de seda

Textos de Cervantes en versión de Roberto Villanueva. Intérpretes: Miguel Zúñiga, Francisco Prada, Oscar Sosa, Laura Palacios, Mónica Rúffolo. Dirección: Roberto Villanueva. Estreno, Teatro Marquina, 13 de octubre de 1981.

Merced a la versión y dirección de Roberto Villanueva y del GIT (Grupo Internacional de Teatro), tienen ya esas necedades; el verso pierde su sonoridad y su sentido y el lenguaje no corresponde a los personajes (o sea que la forma y representación de los personajes no corresponde a lo que dicen). Entremezclados unos con otros y con algunos textos más de Cervantes, constituyen, en efecto, lo que podría ser una pesadilla, obra de los demonios, en un autor moribundo; dado que el espectador está identificado con el buen Cervantes, la pesadilla se traspasa a él, y la sufre mal. No había por qué hacernos esto, ni a Cervantes ni a nosotros.

Hay, de todas maneras, buenos hallazgos escénicos, una estética muy estimable en los figurines, unos recursos hábiles para manejar los decorados. Estarían mejor apficados a otro texto, probablemente, en el que además los actores no tuvieran el gran tropiezo de un lenguaje que no conocen y de decir el verso al que no están acostumbrados.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_