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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La tragedia del aceite venenoso

En septiembre de 1959, en Mequinez, ciudad marroquí, se empezaron a detectar los efectos de un aceite adulterado, marca-Le Cerf. La investigación demostró que en una subasta efectuada en marzo de 1959, en la base aérea norteamericana de Nouasseur, en los alrededores de Casablanca; se vendieron en subasta grandes cantidades de aceite lubricante regenerado para preservar motores. Parte de este aceite contenía TOCF (Triorto-Cresil-Fosfato) como aditivo, un sutil veneno que ataca a los centros nerviosos. Un comerciante de Casablanca compró ese lubricante rotulado como aceite para motores y, a pesar de eso, lo vendió a un sindicato de comerciantes de aceite comestible que adulteraron con él su producto para aumentar la cantidad y, por tanto, las ganancias. Diez mil marroquíes fueron víctimas de la parálisis, al aparecer esta enfermedad en Rabat y otros lugares.La Organización Mundial de la Salud (OMS) de las Naciones Unidas, a petición del Gobierno marroquí, envió dos médicos ingleses, los doctores Honor Smith y J. M. K. Spalding, de la Universidad de Oxford. Pero fue un médico francés quien comunicó a estos especialistas que una paciente suya había comprado una botella de aceite de cocina barato, marca Le Cerf, más oscuro de lo normal. Desconfiando de su color, arrojó a la basura unas frituras que había hecho, y su perro las comió. Cuando vio que el animal no sufría ninguna consecuencia, se convenció que su consumo no tenía peligro. A las dos semanas, toda la familia y el perro estaban paralíticos.

En Estados Unidos, entre octubre de 1957 y febrero de 1958, las víctimas fueron gallinas. Lo mismo que en Marruecos, se adulteró una gran cantidad de aceite comestible, que luego se usó como ingrediente en los alimentos de las aves de corral. Dos elementos adulterantes, que se tenían por innocuos, contenían un veneno mortífero para las aves. En diez de los estados del este, el sur y el oeste central de Estados Unidos, las gallinas murieron por millones.

Posteriormente, el Congreso de ése país dictó una ley sobre aditivos para alimentos, a fin de prevenir casos semejantes.

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¿Cuándo España va a tener una reglamentación severa de la producción y venta de alimentos y drogas, que impida se repitan calamidades como ésta y la del aceite de colza?/

Madrid.

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