Un montaje del director polaco Tadeusz Kantor, por primera vez en España

La presentación, por primera vez en España, del director polaco Tadeusz Kantor y su grupo Teatro Cricot 2, con el espectáculo Wielopole, Wielopole, inauguró ayer la temporada del Centro Dramático Nacional en el teatro María Guerrero, de Madrid, que se completa con La hija del aire, de Calderón de la Barca; El pato salvaje, de Henryk lbsen, y Coronada y el toro, de Francisco Nieva.

Tadeusz Kantor, de 66 años, pintor y director escénico, es una de las figuras más conocidas del teatro europeo contemporáneo, a través de sus teorías y manifiestos sobre el teatro informal, el teatro cero, el teatro imposible, el teatro de realidad pobre, el teatro vagabundo, el teatro de muerte y el teatro autónomo, distintas etapas que se manifiestan en los montajes del grupo Teatro Cricot 2, desde su fundación en 1955, con antecedentes en el teatro experimental clandestino que formó en Cracovia, en 1942, durante la ocupación alemana.El director del Centro Dramático Nacional, José Luis Alonso, destacó durante la presentación, las raíces comunes de polacos y españoles en la libertad y la independencia, así como la identificación de Kantor por la pintura española. en especial de Goya, y sus montajes iniciales sobre temas españoles. como El Cid, El alcalde de Zalamea y Don Quijote.

Tadeusz Kantor comentó los postulados que mantiene con Cricot 2 y las diferencias con el actual teatro polaco, desde el manifiesto radical de vanauardia teatral en 1956 al montaje de Wielopole, Wielopole, producción realizada en Italia con el patrocinio del Ayuntamiento de Florencia y el Teatro Regional Toscano.

«Nuestros primeros estrenos», dijo Kantor, «provocaron en Polonia el escándalo y el entusiasmo. A partir de ese momento nos imitaron y robaron todos nuestros descubrimientos, pero los ladrones pertenecían al aparato oficial y yo no lo era. Hasta hoy, no existimos como teatro en Polonia, ya que no estamos subvencionados por el Estado, por lo que viajamos por otros países. En nuestro país hay que ser oficlales; no se trata de ser miembro del partido, hay que ser solamente la pantalla de la vanguardia, que se ha convertido en algo oficial. No ser de vaneuardia parece algo vergonzoso; en Polonia no existe el teatro realista y todos los directores quieren ser de vaneuardia.

La idea que mueve Teatro Cricot 2, según su director, es la evolución y el desarrollo; «el artista debe ser el traidor de sí mismo». cciiienzar desde cero y quemar etapa.s, «y por esto no tenemos subvenciones oficiales, ya que no hacemos teatro de repertorio y nuestros montajes surgen cuando tenemos nececidad de expresar algo ».

Los espectáculos de Kantor se han representado en los mas diversos lugares, desde montaña y glaciales hasta calles, estaciones de ferrocarril y casinos. Frente a los que critican su presencia en locales con «butacas y terciopelo», Kantor responde que no tiene ninguna necesidad de contestar los lugares, «porque transformamos los lugares con nuestro teatro; ahora contestamos el espíritu y la mentalidad.

La obra Wielopole, Wielopole, nombre del pueblo natal le Kantor, es la historia de su propia familia, con hechos que se desarrollan y cambian, como en la magia y en la realidad.