Gromiko lanza duras críticas contra Washington en la víspera de su entrevista con Alexander Haig en las Naciones Unidas

Veinticuatro horas antes de la entrevista Haig-Gromiko, en Nueva York, el ministro soviético de Relaciones Exteriores, Andrel Gromiko, criticó duramente la política de rearme norteamericana, en un discurso pronunciado ante la 36º Asamblea General de Naciones Unidas, al que acompañó con un proyecto de resolución para evitar "una catástrofe nuclear".

El discurso de Gromiko, de hora y media de duración, contrastó, por su contenido de denuncia contra EEUU, con el pronunciado el lunes ante el mismo foro por el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.Gromiko, sin embargo, afirmó que la Unión Soviética está preparada "para iniciar conversaciones de desarme con Estados Unidos". Asimismo recordó la propuesta de una moratoria para el escenario europeo de armamentos nucleares, principal punto de las discusiones que hoy inician Haig y Gromiko en Nueva York.

Se trata de las primeras reuniones a alto nivel entre soviétícos y estadounidenses, tras año y medio de interrupción de todo diálogo fructífero en materia de control de armamentos. Al término de los contactos Haig-Gromiko, previsto para el próximo lunes, es probable que se anuncie la fecha y las modalidades -se habla de finales de noviembrepara un control de armas nucleares en Europa.

Gromiko protestó, en primer lugar, por "las interferencias de algunos países occidentales en los asuntos internos de los países socialistas, Polonia en particular". Calificó de "hostiles y criminales" las presiones de EEUU hacia Cuba, de "provocación" el ataque contra dos aviones libios, y de "falsas" las acusaciones de Washington contra Moscú, en una "cruzada" donde "confúnden terrorismo internacional" con "políticas colonialistas o sus secuelas", afirmó Gromiko.

Pero el concepto de "intereses vitales norteamericanos", con su presencia militar en zonas como el golfo Pérsico, bases militares en "una docena de países, con medio millón de tropas", y la política de "rearme militarista" fueron los puntos centrales del largo discurso del representante de la diplomacia soviética.

Pasando al terreno de la negociación, Gromiko repitió que "la Unión Soviética es favorable al diálogo que, bajo todos los aspectos, ponga término a la carrera de armamentos, ya sea mediante un diálogo bilateral o multilateral". Recordó la moratoria que sugiere la URSS en materia de euromisiles (SS-20 soviéticos, ya operacíonales, contra Pershing II y Cruise, norteamericanos), "bajo las bases de igualdad y seguridad", dijo Gromiko. Amenazó, sin embargo, con medidas en la URSS para "restablecer la balanza" si EEUU y los países de la OTAN deciden, como está previsto, instalar nuevos misiles nucleares en Europa.

La situación en Afganistán, justificada como aphyo a la liberación de los afganos, el apoyo a Camboya contra el régimen sanguinario de Pol-Pot, la necesidad de otros acuerdos de paz en Oriente Próximo que "los imperialistas" concluidos en Camp David, la independencia de Namibia, la guerra entre Irak e Irán, y la búsqueda de soluciones para Chipre y el Sahara occidental, bordaron el final del discurso de Andrei Gromiko.