Correos pierde

Quince millones de pesetas diarias cuesta al contribuyente español el mantenimiento del servicio de Correos. Según datos oficiales, durante los siete primeros meses de este año el déficit acumulado se sitúa en 5.426 millones de pesetas, lo que quiere decir que, con gran aproximación, al finalizar 1981 el déficit rondará los 10.000 millones. Las cifras son lo suficientemente elocuentes como para justificar la conveniencia de abordar seriamente un saneamiento financiero ( ... ).Por supuesto que el correo puede ser considerado como un medio esencial de las comunicaciones sociales que merece en alguna medida ser subvencionado con cargo al Presupuesto del Estado, como es el caso de la difusión cultural. Pero es preciso tener en cuenta que esa subvención debe tener dos límites: la del montante total del déficit, por un lado, y las del coste del franqueo, por otro. Y lo que parece evidente es que 10.000 millones de pesetas al año es un coste demasiado alto para financiar un servicio que, aplicando criterios de costes reales, ¡lo supondría ningún sacrificio para los usuarios. Es más, seguramente el sistema de precios políticos resulta más caro para los contribuyentes vía impuestos y Presupuesto que vía utilización del servicio y pago de los costes reales del franqueo.

Si a este problema del coste social de un servicio como el de Correos y Telégrafos se une el problema, mucho más grave, del notorio deterioro de la calidad y la puntualidad en la entrega de la correspondencia que se viene advirtiendo desde hace algunos años, se deducirá fácilmente la conveniencia de una reestructuración encaminada no sólo a aproximar las tarifas del franqueo a sus costes reales, sino fundamentalmente a reorganizar con criterios de racionalidad, agilidad y modernización un servicio que debería contar con los más modernos recursos técnicos y que se encuentra, por el contrario, anquilosado por un burocratismo y una ineficiencia claramente perceptibles. ( ... )

19 de septiembre