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La Prensa moscovita ignora la expulsión de Egipto del embajador de la URSS

La agencia oficial soviética Tass ha caliricado ayer de "provocadora" la decisión del Gobierno egipcio de expulsar de¡ país a funcionarios de la Embajada de la URSS y ha derinido "pretexto absurdo" las razones aducidas por El Cairo para motivar esta decisión. La agencia tachó igualmente de "invento" la "pretendida conspiración de Moscú" contra Egipto.

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Ayer tarde, los medios de comunicación soviéticos seguían ignorando la expulsión de Egipto de varios centenares de ciudadanos de la URSS, entre ellos diplomáticos y altos funcionarios. En círculos díplomáticos de Moscú no se espera, en cualquier caso, grandes repercusiones.La dura medida tomada por el presidente egipcio, Anuar el Sadat, no puede empeorar aún más las relaciones egipcio-soviéticas, tan deterioradas ya durante los últimos años, y en especial desde que en 1972 el presidente Sadat decidiera expulsar de su país a 17.000 consejeros militares soviéticos. Esto es al menos lo que se comenta en medios occidentales de la capital soviética.

Tass afirmaba que este compló no era más que un "invento" de los servicios de seguridad de El Cairo para justificar la represion contra las "fuerzas nacionales y patrióticas", así como contra "las persotialidades religiosas", que se encotitraban todas ellas indignadas por la "política traídora a los intereses nacionales" llevada a cabo por el presidente egipcio.

Apoyo a los enemigosde Sadat

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Sadat se había convertido durante los últimos años en el objetivo de buena parte de las iras del Kremlim en el mundo árabe. Al firmar junto con Menájem Beguin y Jimmy Carter los acuerdos de Camp David, el presidente egipcio dio la espalda a Moscú, que estaba totalmente en contra de ese pacto.

Desde entonces, la URSS ha aumentado su apoyo a los países del Frente de la Firmeza, y especialmente al gran rival de Sadat, el libio Muamar el Gadafi, quien, en la pasada primavera, distribuía abrazos y compartía puntos de vista en Moscú con los dirigentes del Kremlin.

Desde el comienzo de este año, Moscú ha mantenido una ofensiva diplomática hacia el mundo árabe, ofreciendo su proyecto para la celebración de una conferencia internacional sobre Oriente Próximo en la que participaría también la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Durante esta ofensíva diplomática, los buenos oficios del Kremiin no se han utilizado sólo con los paises seguros del Frente de la Firmeza, sino que incluso regímenes moderados, como los de Jordania y Kuwait, reconocieron diversos puntos de contacto con la política del Kremlin para Oriente Próximo.

Coincidiendo con este agravamiento de la ya casi crónica crisis egipcio-soviética, en medios cercanos a la Embajada siria en Moscú se hacía saber ayer la inminente llegada de una alta representación del Gobierno de Damasco, que es otro de los rivales de Sadat en la zona.

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