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El matadero clandestino de Leganés distribuía carne desde hace cinco meses

Los responsables de un matadero clandestino en Leganés, ahora detenidos por la policía, estuvieron aproximadamente cinco meses distribuyendo carne de forma ilegal por todo Madrid sin el correspondiente permiso sanitario, para lo que falsificaron el sello de un matadero general frigorífico, según manifestaron a este periódico fuentes municipales de la citada Corporación. La policía decomisó en el local, sito en la calle de San Felipe, en el barrio de la Fortuna, veintitrés cochinillos sacrificados, veintiséis cerdos pequeños, dos grandes y 36 cabritos, dispuestos para ser distribuidos próximamente. La Delegación Territorial del Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, en colaboración con la Jefatura Superior de Policía, inició las investigaciones para esclarecer las sospechas existentes acerca del comercio clandestino de carne destinada al abastecimiento público de Madrid y su área, culminando anteayer con la intervención y precintado del citado matadero clandestino, dedicado al sacrificio y faenado de animales de abasto, sin reunir condiciones sanitarias de ningún tipo ni contar con las oportunas autorizaciones legales.

Los inspectores del grupo III de la Brigada Regional de Policía Judicial, que venían realizando investigaciones sobre el tema desde hace algunos días, localizaron el matadero clandestino desde el que, sin ninguna garantía sanitaria ni veterinaria y de forma ilegal, se venía comercializando todo tipo de carnes.

Fruto de tales investigaciones, según señala una nota hecha pública ayer por el Gobierno Civil de Madrid, el pasado día 7 fue detectada la salida del citado local de una furgoneta marca Avia, con matrícula M-9300-AJ, que después procedió a la distribución de corderos, por lo que la policía detuvo a su conductor, Emilio Muñoz Muñoz, de veinticinco años. Inmediatamente, funcionarios policiales penetraron en el local e intervinieron todos los efectos necesarios para el sacrificio de las reses que allí se encontraban, tales como cuchillos, electrodos para matar a los animales, congeladores, etcétera.

Asimismo, fue detectada una carnicería en la calle Libertad, del barrio de la Fortuna, donde se encontraban en una cámara frigorifica 42 cabritos listos para su venta, así como un cerdo que pesaba más de cien kilos y dos sellos falsificados para imprimirles a los animales sacrificados.

La operación policial culminó con la detención de otras tres personas, hermanos del anterior detenido, cuyos nombres son Juan, Valeriano y Francisco Muñoz Muñoz, de 32, 34 y veintiocho años, respectivamente. Según consta en la nota del Gobierno Civil, continúan las gestiones para tratar de averiguar los canales de distribución de esta carne.

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